Apuesta por la mujer en Baeza

Desde que se decretó la entrada de mujeres en la Guardia Civil, por la academia baezana han pasado 5.899 alumnas para Guardia y 239 para puestos de suboficial durante estos treinta años

30 sep 2018 / 11:49 H.

Desde 1988, ya son muchas las mujeres que pasaron por la Academia de Baeza para convertirse en agentes de la Guardia Civil. De hecho, según aseguran desde la propia institución, en estos treinta años fueron un total de 5.899 alumnas de Guardia y 239 las de suboficial las que cumplieron su sueño en las instalaciones jiennenses.

Los últimos datos de los que dispone la academia reflejan que, a finales de 2017, en la Guardia Civil hay 5.562 mujeres agentes, que suponen un 7,20% del total de la Guardia Civil en España. Sin embargo, cada año siguen aumentando las cifras de jóvenes que desean vestir el verde de la Benemérita. Un número que sigue creciendo progresivamente desde el año 2013.

Con respecto a las especialidades, en la Academia de Baeza finalizó, esta semana, el curso de ascenso a cabo de las 103 promoción, que estuvo formado por 17 mujeres y por 482 hombres. Por su parte, el curso de suboficial —el cual sigue en marcha— cuenta con 12 mujeres en la academia baezana y 9 en la del Escorial. En total, en la ciudad Patrimonio de la Humanidad son 200 alumnos, lo que hace un total de 188 hombres. Además, se prevé que este miércoles se incorporen 1.853 alumnos, de los que 288 son mujeres, para un nuevo curso de ascenso a Guardia de nuevo ingreso.

En España, en agosto de 2018, había un total de 76.264 guardias civiles, de ellos más de 70 mil son hombres y algo más de 5 mil son mujeres, según datos facilitados por la Guardia Civil a Europa Press. En los puestos “base”, que son cabos y guardas, la presencia de mujeres es ligeramente superior a la media, 7,8%; mientras que en puestos más altos como suboficial o oficial el porcentaje disminuye hasta el 2,9% y 3,5% respectivamente y llega a ser del 0% en el caso de oficiales generales. Por rangos, la mayoría de las mujeres ocupan el puesto base de guardia civil (4.749), seguidas de las que están en prácticas, cabos primeros, sargentos y tenientes. Las mujeres que actualmente se encuentran en los puestos más altos son dos en el rango de teniente coronel y 17 comandantes. No hay ninguna que ocupe los cargos más altos como coronel, teniente general o general. Dejando a un lago los órganos centrales de la Guardia Civil que es donde se encuentran la mayoría de mujeres guardias civiles, por comandancias, la que más aglutina es la de Madrid (413), seguida de Valencia (196), Alicante (190), la Unidad de Protección y Seguridad de servicios y edificios públicos (177) y Barcelona (163). Por su parte, la provincia jiennense cuenta con un total de 31 mujeres guardias civiles en sus cuarteles, lo que supone el número más bajo de toda Andalucía.

María del Carmen Carbajal Fernández, Guardia Civil, expone que aún hay especialidades del Cuerpo donde no hay mujeres, como en los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas. Asimismo, también señala que en la Unidad Especial de Intervención tampoco hay presencia femenina, al igual que en el Grupo de Acción Rápida. Sobre esto, explica: “No tenemos impedimento para trabajar en ellas, pero parece que son especialidades poco atractivas para las mujeres, además de que en ellas se necesita mucha fuerza física”. Respecto al resto, comenta que sí hay presencia de mujeres, aunque hay algunas unidades en las que solo hay una guardia, como en la de Servicio de Explosivos y Defensa NRBQ (Nuclear, Radiológica, Bacteriológica y Química). Además, declara que hay muchas mujeres pilotos de helicópteros y de aviones, algo que “sorprende mucho a la gente”.

Por ello, para dar visibilidad a la mujer en la Guardia Civil, preparó, junto a su compañera María del Pilar Cascales, una exposición itinerante porque se dieron cuenta de que se está perdiendo parte de la historia del paso de la mujer por el Cuerpo. “En algunos encuentros que tuvimos, hablando con las chicas jóvenes, les decíamos lo de la falda-pantalón y les daba la risa, porque ellas no lo habían visto nunca. A mí esto me recordaba a cuando entré en la Guardia Civil y los compañeros me comentaban lo de la capa y me daba la risa”, señala y, por otro lado, afirma: “Somos poquitas y tenemos que hacernos ver para que las chicas se motiven”.