Cameron urge la permanencia
La carrera política del primer ministro británico, en riesgo con el “Brexit”
El primer ministro británico, David Cameron, evidenció los riesgos que el referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea suponen no solo para Reino Unido, sino para su carrera política, con su más ferviente apelación al electorado para que mañana vote por una continuidad de la que dijo “creer profundamente” que es “lo mejor para Reino Unido”, puesto que lo hace “más fuerte y más seguro”.
Las consecuencias de una salida que, insistió, “sería irreversible, no se podría deshacer”, pesaron sobre un mandatario bajo presión tanto en casa, como a escala mundial. Sus socios comunitarios y su aliado natural, Estados Unidos, confían en que su apuesta estratégica de brindar la palabra a la ciudadanía permita cerrar un debate que ha puesto en jaque al bloque occidental.
Consciente de lo que está en juego, el “premier” decidió comparecer ante el número 10 de Downing Street con un apasionado discurso que introdujo un golpe táctico, ya que, por primera vez, se centró fundamentalmente en los factores positivos de formar parte de la UE, tras una campaña en la que el frente a favor de la continuidad había basado sus argumentos en el temor a los efectos de entrar en territorio desconocido.
Cameron reivindicó cuestiones con las que espera llegar al corazón de un votante confundido por la complejidad de las estadísticas y la disparidad de la guerra de cifras en la que se embarcaron los dos bandos. Así, puso en valor elementos universales que, según él, dependen de la continuidad en la UE, como la prosperidad de las familias, el mantenimiento del empleo e, incluso, la seguridad nacional. Además, su intervención evidenció el interés por llegar a una audiencia concreta que podría decidir el futuro de Reino Unido: los mayores, los más proclives, según las encuestas, a votar por la salida. En un ejercicio de empatía electoral, dijo compartir sus “frustraciones” por una institución que no es perfecta, pero invitó a las generaciones de su edad y por encima a “pensar en los sueños y esperanzas de sus hijos y de sus nietos”.
“Sus posibilidades de trabajar, de viajar, de construir la sociedad abierta y exitosa en la que queremos vivir depende de este resultado”, subrayó. De consumarse la salida, Cameron no hallará mayor responsable que él mismo.
Por si fuera poco, el golpe estratégico de anunciar antes de las generales del pasado año que el actual sería su último mandato abrió oficiosamente una carrera por la sucesión en la que el referéndum se ha convertido en el campo de batalla ideal para los aspirantes. Los antagonistas Boris Johnson y George Osborne representan a las dos partes.
La reina Isabel II preguntó entre sus invitados las opiniones de cara al referéndum que celebrará Reino Unido mañana, y les pidió “tres buenas razones” que justifiquen que el país siga siendo miembro de la Unión Europea.
La monarca, imparcial en términos políticos, guardó silencio de cara a la histórica consulta y el regulador de la prensa acusó al periódico “The Sun” de falsear una información en la que aseguraba que Isabel II respaldaba el denominado “Brexit”. Sin embargo, el biógrafo de Isabel, Robert Lacey, apuntó en un blog de “The Daily Beast” que la reina tiene, al menos, curiosidad. “Dadme tres buenas razones por las que Reino Unido debería ser parte de Europa”, planteó la reina a sus invitados.
Un portavoz del Palacio de Buckingham subrayó que la institución no comenta conversaciones privadas que la reina podría o no podría haber tenido, si bien insistió en que Isabel II se ha mantenido “políticamente neutral” durante los 64 años de su reinado y que el referéndum de mañana es una cuestión “del pueblo británico”.
Una de las pocas concesiones que se permitió la monarca a lo largo de su sobrio reinado se produjo en la campaña previa al referéndum independentista escocés de 2014, cuando instó a “penar” antes de votar.