Cardoso, el portero eterno

El guardameta llegó al Real Jaén procedente del Martos CD y vivió dos históricos años, con un ascenso a Primera División, en la campaña 1955/1956, y después una meritoria permanencua

17 mar 2019 / 16:17 H.

Sorarrain, Alarcón, Anchía, Cifuentes, Cerrillo, Bermúdez, Peiró, Paseiro, Almagro, Antoniet y Arregui. Esta fue una alineación habitual del Real Jaén en la temporada 56-57, la segunda de las tres en la que estuvo el equipo en la máxima categoría de fútbol nacional. En esa plantilla estaba Vicente Cardoso Sánchez (Madrid, 21 de diciembre de 1933), un portero valiente, seguro bajo palos y con un carisma entre sus compañeros, que se afincó en la provincia como un jiennense más. Con 23 años debutó en la Liga de las Estrellas, con un Real Madrid en el que brillaban Alfredo Di Stéfano, Gento, Joseíto, Marquitos y Kopa y un Barcelona, con Ladislao Kubala, Ramallets, Olivella, Luis Suárez, Eulogio y Tejada. Por el Estadio de La Victoria pasaron los mejores equipos nacionales cada dos semanas y los aficionados celebraron los goles del mítico Arregui y de Antoniet, la seguridad y contundencia de Cerrillo y Bermúdez y las paradas de Sorarrain. Cardoso jugó esa temporada diez partidos y colaboró para que el Real Jaén lograra la permanencia y asegurara un año más su presencia en la élite. En esa plantilla que obtuvo el objetivo jugaron igualmente Ruiz, Serrano II, Alsúa II, Castaño, Manolín, Serrano, Antó, Bolado, Corcuera, Ortega, Marqués y Millán. Este último empezó como jugador y acabó la campaña como técnico, después de tomar el relevo de Tomás Arnaz, el entrenador que logró el ascenso a Primera. Los blancos terminaron clasificados en la decimocuarta posición con 23 puntos sumados, después de ganar 9 partidos, empatar 5 y perder 16, en una Liga en la que el título lo conquistó el Real Madrid, con 44 puntos, por delante del Sevilla FC y el FC Barcelona, que terminaron igualados con 39 puntos en el segundo y tercer puesto. En esa campaña también participaron en Primera División el Athletic de Bilbao, el Atlético de Madrid, el Osasuna de Pamplona, el Español, el Real Valladolid, el Real Zaragoza, la Unión Deportiva Las Palmas, el Valencia, la Real Sociedad, el Celta de Vigo, el Deportivo de La Coruña y El Condal. Estos dos últimos conjuntos perdieron la categoría y bajaron a Segunda División.

Cardoso llegó a la entidad blanca procedente del Martos CD, con el que fichó tras jugar en las categorías inferiores del R y con el paso del tiempo fijó su residencia en este municipio, en el que aún vive. Se casó con Manuela Sánchez y es padre de tres hijos: Vicente, Pepe y Asunción. El meta estuvo dos años en el conjunto blanco y vivió momentos intensos, porque en la campaña 1955/1956 logró el ascenso a Primera y después participó en la máxima categoría. Militar en el Real Jaén le dio el pasaporte para consolidarse con los mejores de un fútbol que no tiene nada que con el de ahora. Esa regularidad le permitió fichar por el Sevilla FC, en el que estuvo tres campañas, aunque en la última fue cedido al Racing de Santander y conquistó el título de Liga de Segunda División.

En la entidad hispalense coincidió con Manuel Ruiz Sosa, que después fue entrenador del Real Jaén, Manolo Haro,otro mítico exjugador blanco y que al igual que Cardoso se afincó en Jaén, Arsenio Iglesias, Antoniet, con el que coincidió en el equipo jiennense, el mítico Juan Arza, Pepillo y Achúcarro. Solo fue alineado en cuatro partidos, pero esa cercanía que transmitió y esa profesionalidad le sirvió para regresar al filial, el Sevilla Atlético, con el que militó en Segunda División. El momento culminante de Vicente Cardoso como profesional del fútbol se produjo en el Real Zaragoza. Vivió cuatro campañas únicas en el equipo que fue conocido como el de los “cinco magníficos”, con la delantera formada por Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra.

Ahí también dejó su huella de veteranía y saber estar en la portería maña, a la que se incorporó. Fue un cuatrienio victorioso con una Copa de Ferias, lo que hoy se conoce como la Europa League y que antes fue la Copa de la UEFA, en la temporada 1963/1964, y dos Copas del Generalísimo: 1963-1964 y 1965-1966. Cardoso disputó más de una veintena de partidos en el Real Zaragoza y también coincidió en la formación maña con Joaquín Cortizo, un defensa expeditivo y que después también escribió páginas de la historia del Real Jaén, primero como jugador y después como directivo. Presidió a la entidad a finales de la década de los 80 y bajo su mandato el equipo ascendió a Segunda B. Pero el Real Zaragoza no fue el último equipo de Vicente Cardoso, ya que regresó a la provincia y aceptó el reto de volver al Real Jaen en Tercera (66/67), pero su paso fue efímero y se marchó para fichar por el Gimnástica de Torrelavega, en Segunda, con el que estuvo dos años antes de retirarse en el Alcoyano, en la temporada 1968/1969. Después volvió a Martos, la ciudad en la que lleva cerca de 70 años, se convirtió en entrenador y dirigió al conjunto marteño, el Torredelcampo y el Torredonjimeno, clubes históricos del balompié provincial. Fue también empresario y abrió una cristalería en Martos. Es respetado, querido y admirado. Uno de sus hijos, Pepe Cardoso, se emociona cuando habla de su progenitor. “El fútbol lo fue todo para él. En su trayectoria tuvo la oportunidad de conocer a futbolistas de una gran calidad deportiva y humana, con los que compartió el vestuario y un sinfín de experiencias, que después las revivió después de retirarse”, destacó. Su hijo, que llegó a jugar en el Real Jaén, apuntó que el guardameta se caracterizó por su sobriedad en la meta y su capacidad para “hacer piña” en los buenos y malos momentos. Una de las anécdotas que siempre ha recordado Cardoso fue el recibimiento de los aficionados al equipo después de lograr el ascenso a Primera en la campaña 55/56. “Mi padre me lo ha repetido en varias ocasiones. Los seguidores se desplazaron hasta el Oasis para esperar al equipo, sin importarles la lejanía que había por aquel entonces con la capital. Desde allí acompañaron al Real Jaén hasta la ciudad para celebrar una gesta importante y que permitió el retorno a Primera División y la presencia en el Estadio de La Victoria de los mejores conjuntos del fútbol español, como el Real Madrid, el Barcelona, el Athletic de Bilbao, el Valencia, el Sevilla FC o el Espanyol”, relató.

Cardoso fue un portero eterno y en todos los conjuntos en los que estuvo dejó su sello de profesionalidad y compañerismo, en un fútbol distinto, no tan encorsetado como el de ahora, y con menos impacto mediático. En una de sus últimas entrevistas, Vicente Cardoso hizo un repaso a su trayectoria y agradeció el trato recibido, en todos los conjuntos, con unas palabras gratificantes: “Nací en Madrid, pero me siento marteño y jiennense. Aquí me casé con Manuela y vinieron al mundo mis tres hijos”, se emocionó. El Real Jaén le dejó una profunda huella y mostró su deseo de que recuperara el esplendor de antaño, cuando incluso estuvo tres temporadas en Primera División. “Aquellos fueron unos años maravillosos en los que vivimos la experiencia de jugar ante los mejores clubes nacionales, como el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Atlético de Madrid o el Valencia. El Estadio de La Victoria se llenaba cada encuentro y el ambiente era extraordinario, porque aparte de animar a su equipo, el aficionado tenía la oportunidad de ver a futbolistas excepcionales, como Di Stéfano, Kopa, Gento, Luis Suárez”. Palabra de Vicente Cardoso, una leyenda del fútbol.

Aquel partido con el Barcelona
idcon=13801809;order=16

En su carrera como jugador profesional de fútbol, Vicente Cardoso tuvo la oportunidad de enfrentarse a los mejores clubes nacionales. Con el Real Jaén fue titular ante el FC Barcelona en el partido disputado el 30 de septiembre de 1956, correspondiente a la cuarta jornada de Primera División. Los blancos perdieron por 1-2, aunque llegaron a adelantarse en el marcador con un tanto de Antoniet en el minuto 30. La alegría jiennense duró 60 segundos, porque empató Tejada, como se refleja en la imagen, al superar al meta de un certero disparo. Los azulgranas sentenciaron el compromiso en el segundo periodo con un gol anotado por un joven Luis Suárez. Marrón Martín fue el encargado de dirigir el partido en el Estadio de La Victoria.