Chino reina en Madrid

Tres goles del albaceteño y las paradas de Dídac Plana son determinantes para llegar a la final ante el Movistar

18 mar 2018 / 10:21 H.

El orgullo, la casta de campeón y tener a dos seguros de vida en la plantilla, como son Dídac Plana y Javier García Moreno, “Chino”, resultaron providenciales para que el Jaén Paraíso se planté en su segunda final en los tres últimos años de la Copa de España, su competición fetiche y en la que se desenvuelve a la perfección. Su espíritu de superación le permite siempre dar la cara, pese a que la versión que exhibió en la semifinal no fue la más reconocible. Siempre estuvo a merced del Ríos Renovables de Zaragoza, pero resurgió primero con Dídac, que sostuvo a su equipo en los momentos claves, y después con Chino imperial en el último minuto con dos goles, el último de ellos a falta de dos segundos, que certificaron el pase a una final soñada ante el Movistar Inter. El gol de Chino, a los 25 segundos, presagiaba una fácil victoria. El ala albaceteño armó un disparo impresionante y el balón entró de forma imparable en la meta del juvenil Adrián. Los lagartos amarillos deseaban resolver por la vía rápida y con una fuerte presión trataron de desgastar al Río Renovables. Alan Brandi gozó de una clara ocasión, pero con el paso de los minutos el Jaén Paraíso Interior FS entró en una dinámica de imprecisiones, de problemas para sacar el balón controlado y de generar ocasiones de gol. El equipo desapareció de la pista y los maños cada vez estaban más cómodos. Sus hombres importantes empezaron a dar síntomas de peligro con acciones de Nano Modrego, Anás, Retamar o Adri Ortego. En un desajuste defensivo llegó el empate. Un deficiente pase de Boyis, lo interceptó Modrego, que cedió el balón al goleador Ortego para marcar a meta vacía. Este tanto desarmó a los amarillos, que estuvieron perdidos y no fueron el equipo poderoso de otros partidos. Fue un conjunto espeso, sin ideas y que no funcionó ni con el juego directo ni elaborado. El Jaén Paraíso Interior se contagió del ritmo lento de los maños y en una acción aislada marcó Nano Modrego el uno a dos. El equipo estaba bloqueado y anestesiado y la segunda mitad fue un cúmulo de despropósitos, en el que solo se salvó Dídac Plana con paradas imposibles. Sus compañeros estuvieron atropellados, sin confianza y sin generar peligros. Cuando se elaboró alguna acción ahí estaba el juvenil Adrián Pereira para realizar paradas de mérito. Pero es que el Ríos Renovables no paró de golpear e incluso Retamar estrelló el balón en el larguero con un magistral tiro. Daniel Rodríguez recurrió al portero-jugador con Jordi Campoy. Ahí cambió el partido, porque los amarillos ya monopolizaron el balón y encerraron en su pista a los maños. Carlitos y Binyogba gozaron de claras ocasiones, pero en el último minuto emergió, otra vez, Chino, primero para igualar el partido y después, a falta de dos segundos, para situar a los lagartos amarillos en la final de la Copa de España por segunda vez en la historia. El otro precedente terminó con el título en Ciudad Real, en 2015. Ahora la historia se escribe en Madrid con mayúsculas.