Cinco policías fallecen en un tiroteo registrado en Dallas

El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, elevó a 12 el número de agentes de la Policía que fueron tiroteados durante el ataque en una manifestación, entre ellos cinco que han perdido la vida. Además, otras nueve personas resultaron heridas, 7 de ellas policías. Las autoridades no pueden establecer todavía los motivos que llevaron al ataque, el más grave cometido contra policías desde el 11-S. Según el alcalde, tres sospechosos, entre ellos una mujer, están detenidos por su presunta relación con estos hechos, en los que también participó un hombre que falleció tras atrincherarse durante varias horas en un centro educativo de la cuidad de Dallas.

El hombre que se atrincheró tras su presunta implicación en el tiroteo en Dallas trasladó a los negociadores su malestar por las recientes muertes de personas afroamericanas a manos de la Policía y reconoció que estaba “enfadado con los blancos” y que “quería matar gente, especialmente policías blancos”. Un hombre, cuya identidad no transcendió, se atrincheró durante varias horas en un centro de formación profesional, donde terminó por perder la vida.

David Brown, Jefe de la policía de la cuidad, comentó que este sospechoso falleció tras la explosión de un artefacto enviado por un robot de las fuerzas de seguridad. Antes de su muerte, sin embargo, las autoridades intentaron negociar con él, y de esta forma pudieron conocer algunos de los detalles sobre sus posibles motivos.

El hombre aludió explícitamente a las últimas muertes de ciudadanos negros a manos de la Policía y se desmarcó de la movilización en la que cometió el ataque, convocada precisamente para protestar por los últimos incidentes. El Jefe de policía de la cuidad explicó que, según la versión del sospechoso, “actuó totalmente solo” y “no formó parte de ningún grupo”. Fuentes oficiales consultadas por la agencia Reuters apuntaron que detrás de este ataque no existen indicios de la implicación de una organización internacional. Las muertes se produjeron durante el transcurso de una manifestación pacífica en el centro de Dallas contra la violencia policial en memoria de Alton Sterling y Philando Castile, dos hombres de raza negra que fueron abatidos sin motivo aparente por las fuerzas de la ley; causas donde Obama se pronunció lamentando lo sucedido.