Costa del Soul embelesa

Como era de esperar, todos y cada uno de los asistentes que anoche abarrotaban hasta los topes la Plaza Deán Mazas para sentir la voz de Alma Mesa y los ritmos de los integrantes de Costa del Soul se quedaron con la boca abierta cuando vieron lo que estos jiennenses eran capaces de hacer. Temas míticos de grandes bandas que, pasados por la reinvención musical del grupo —mezcla de soul, funk, jazz y blues— suenan a gloria.

Programado para las nueve y media en la terraza de El Mercado, el concierto de Costa del Soul era el octavo encuentro en la lista de nombres que engrosaban el cartel de la segunda edición del Mi Me Music, una iniciativa del establecimiento hostelero de la Plaza Deán Mazas con la que sacar a la calle a los jiennenses en verano, para pasar las noches “al fresco” y con una caña bien fría en la mano. Todo ello aderezado con la mejor música de la provincia. Fueron Alma, Alberto y los suyos los que pusieron, en esta ocasión, a la gente de Jaén en pie. Todo gracias a una bien traída revisión de clásicos de grandes leyendas de la música negra, revisionada con maestría ante la atenta mirada de un público acostumbrado a la calidad de las bandas locales. “Estamos encantados de participar, un año más, en el Mi Me Music”, comenzó a decir Alma Mesa, cofundadora de la formación y desgarradora voz del mejor blues jiennense. “Vamos a tocar temas que habéis escuchado un millón de veces, aunque nosotros le hemos dado nuestro sello personal”, continuó la cantante, que animó a los espectadores a cantar y bailar junto con ellos. Alma también aprovechó para reconocer, tras interpretar el primer tema de su setlist, el esfuerzo de entidades como El Mercado por convertir a Jaén en una ciudad dinámica, llena de vida y con mucho que ofrecer.

“Hemos dejado atrás una época en la que se decía ‘en Jaén no hay nada’. Por suerte, parece que, últimamente, ‘en Jaén sí que hay’”, aseguró la vocalista, que, tras su breve introducción, entonó con maestría uno de los temas de cabecera de la británica Dusty Springfield, “Son of a Preacher Man”.

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