Delirio blanco en La Victoria

El Real Jaén, tras ganar al Torredonjimeno en un partido agónico con un gol de Migue Montes, se sitúa a un punto de asegurar el play off

07 may 2018 / 12:38 H.

Debates sobre qué es ser inteligente, sobre qué características definen a la persona que consideramos inteligente, los ha habido y muchos. Parece de todas maneras que se ha alcanzado un cierto consenso en definir a esta persona como la que mejor se adapta a las nuevas situaciones. Una descripción que, valga la redundancia, mejor se acomoda a lo que ocurrió en el partido que el Real Jaén y el Torredonjimeno jugaron en La Victoria. Un encuentro con dos parámetros muy destacados.

El primero, referido al medio ambiente, fue la sonada tormenta que cayó sobre la ciudad y que llevó a más de uno a pensar que el enfrentamienro a lo mejor se aplazaba. No fue así porque hubo de jugarse en medio de charcos que casi parecían lagunas, lo que obviamente condicionó todo el aparato deportivo del juego. Y ahí fue donde el Torredonjimeno mostró su mejor inteligencia, sabiendo adaptarse con más éxito a tal situación. Capacidad para sortear con más eficacia la sorna del agua, mientras el partido se movía en un ir y venir de mucho peloteo. El Real Jaén, por su parte, queriendo hacer un juego más precioso, se perdió, con escaso éxito ofensivo, en la maraña de los andurriales mojados.

El otro parámetro que definió el partido fue la manifiesta ansía de los visitantes por ganar el partido. Ya conocían de sobra las urgencias vitales del equipo blanco, pero, en ocasiones, pareció que fuera precisamente esta circunstancia la que empujaba a pelear cada balón y tratar de ganar cada pase, una experiencia que ya han vivido en condiciones semejantes los aficionados al Real Jaén. Y que les llevó a una vivencia creciente de angustia y sobresalto a lo largo del encuentro. Un gol a los dos minutos había ofrecido a la hinchada blanca una perspectiva de satisfacción y jolgorio, pero luego las cosas fueron de otra manera. Migue Montes, otra vez, salvó al fin al Real Jaén y casi aseguró la entrada al play off. Solo falta un punto para asegurar el cuarto puesto. Por ahora, es tercero y tiene a tiro jugar la Copa del Rey. En consonancia con la doctrina que rige la evolución, hay que recordar, como se dijo al principio, que las especies y los individuos que mejor sobreviven son los que se adaptan a lo que hay. Hay un acontecimiento en la historia de Tosiria, que puede resultar clasificador. Hecho prisionero el cardenal de Toledo Sancho de Aragón, discutieron a quién entregar prisionero tan singular, si al rey granadino o al marroquí. Al final alguien lo asesinó y dieron a un monarca la cabeza y a otro la mano derecha con el anillo episcopal. Una acomodación brillante e inteligente digna de resonancia. El Real Jaén, por su parte, mostró un extraordinario ejemplo de entrega y pundonor. Y, aunque en estos lares todo es discutible, podría pensarse con justeza que por esas cualidades mereció la situación conquistada. Así la alegría que se llevaron los aficionados sirvió para compensar la angustia de un partido que, soñado grande, estuvo lleno de amenazas.