El Bulevar demanda que se retome el servicio de vigilancia

“Expansión Norte” denuncia los baños en las fuentes o los daños en mobiliario

08 ago 2018 / 11:54 H.

Los actos vandálicos se suceden en los parques del Bulevar, al igual que los actos vandálicos, que van desde pintadas en los baños hasta roturas en el mobiliario urbano o daños en el arbolado. Las mascotas “campan” a sus anchas en el interior y, desde que se registró la subida de temperaturas típica de la temporada estival, sus fuentes se utilizan por parte de muchos como improvisadas piscinas. Esas son tan solo algunas de las cuestiones que denuncian desde la Asociación de Vecinos Expansión Norte Bulevar, y que se registran, sobre todo, desde que el pasado mes de marzo cesara el servicio de vigilancia.

“Demandamos que de nuevo se ponga en marcha el servicio, porque lo que no puede ser es que la gente, que sobre todo es de fuera del barrio, se bañe en el parque Andrés de Vandelvira, cuando ahí no hay depuradora ni tratamiento de aguas, pese a que sea apta para el consumo”, afirma el portavoz vecinal, Manuel López. En este sentido, recuerda que cuando se realiza la actividad de kayak en los meses de junio y julio, es la propia empresa la que se encarga de la vigilancia. “Pero, ¿y si pasa algo ahora?”, se cuestiona. López apunta a que algunos vecinos cuyas viviendas dan al parque llaman a la Policía Local cuando ven esa o cualquier otra situación. “Pero cuando les ven llegar salen corriendo, así que no les da tiempo a tomarles los nombres ni nada”. De ahí que, puntualiza, se haga necesaria la recuperación del servicio de vigilancia.

Por el momento, hay un controlador municipal que, recuerda, desarrolla su labor por las noches: “Tan solo se encarga de cerrar las instalaciones y no tiene entre sus funciones la vigilancia, que es con lo que desde el Ayuntamiento me quieren vender la moto. Como mucho, si ve que alguien se salta la valla puede llamar a la Policía Local”. La situación cambia en el caso del parque Juan Pablo II, sobre todo desde que se puso en marcha el bar, que contrató vigilancia privada. “Ahí se nota la diferencia, porque como sigamos así cualquier día nos encontraremos con un buen destrozo”, asevera el representante vecinal.

Según explican desde el Ayuntamiento, la seguridad se sacó a concurso pero quedó desierto, y por el momento está en “stand by”. “A nosotros nos dijeron que la intención era sacarlo de nuevo, pero que ha cambiado la Ley de contratos y que hay algunas novedades que tienen que introducir”, explica Manuel López Fernández.