El Colegio de Aparejadores celebra a San Juan de Ortega

La entidad recibe a nuevos miembros y rinde homenaje a sus jubilados y a quienes cumplen las “bodas de oro”

25 may 2018 / 11:08 H.

La onomástica de San Juan de Ortega reunió, en la Institución Ferial, al Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén, cuyos miembros celebraron a quien, desde l971, es el patrón de este gremio. Una cita anual en la que el tributo y la convivencia volvieron a ser las notas dominantes.

El acto institucional comenzó con unas palabras de bienvenida por parte presidente de la entidad colegial, José Miguel de la Torre, que aprovechó la ocasión para dar unas pinceladas históricas sobre el patronazgo del santo burgalés que, en su juventud, trabajó, mano a mano, con Santo Domingo de la Calzada en la apertura de nuevos senderos para los peregrinos jacobeos. De la Torre celebró ante los asistentes “la buena imagen de la profesión” y sus perspectivas: “Nadie puede dudar hoy que por nuestra formación, tanto reglada en la Universidad como en la formación posgrado que ponemos a vuestro alcance desde los colegios, nos encaminamos hacia una verdadera ingeniería, la Ingeniería de Edificación”.

Asimismo, De la Torre animó a los aparejadores a seguir en el camino de la excelencia profesional: “Después de los momentos tan difíciles para el sector de la construcción y especialmente para nuestra profesión, lo que hagamos debemos de hacerlo bien, cada actuación nuestra bien hecha, será el pequeño grano de arena que, unido a otros muchos granos, conforme la montaña de una gran profesión”, afirmó el presidente. La entidad, como es ya tradicional, aprovechó esta cita anual para recibir a sus nuevos componentes, siete flamantes colegiados a los que entregó su insignia de plata. También recibieron diplomas conmemorativos los diecisiete profesionales que cumplieron veinticinco años como miembros de la institución.

En el último tramo del acto se entregaron las insignias de oro del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén a aquellos que, este año, dejan su actividad para disfrutar del merecido premio de la jubilación, en esta ocasión doce personas que recibieron, emocionadas y satisfechas, la preciada y valiosísima distinción.

Fue una jornada plena de alegría, gratitud, memoria y de buenos deseos que culminó con una poblada foto de familia y la posterior copa de vino en las propias instalaciones de la Ifeja.