El fugitivo viajaba armado hasta los dientes y con 247.000 euros

Antonio Jesús M. C. llegó a saltarse un control en la N-432 con sus tres hijos, a los que raptó

24 nov 2017 / 08:48 H.

El horizonte penal para Antonio Jesús M. C., el alcalaíno detenido en Portugal después de raptar a sus tres hijos, se complica. El hombre tendrá que dar aún más explicaciones a la Justicia después de comprobarse, en el registro de su vehículo, que llevaba un verdadero arsenal —incluidas pistolas, una escopeta y armas blancas—, munición, casi medio millón —al final tenía 247.000 euros de procedencia desconocida—, varios teléfonos móviles y numerosa documentación correspondiente a otras personas. Las Fuerzas de Seguridad dan por descontada la intención del delincuente de abandonar la Península Ibérica en compañía de los pequeños —dos niñas de once y cuatro años y un varón de diecinueve meses—.

Para ensombrecer más su situación, ahora se conoce que el hombre protagonizó un episodio de conducción temeraria cuando circulaba por la N-432. La intrahistoria del suceso es asombrosa. El hombre, conocido por su carácter violento, discutió con su pareja el pasado sábado por la mañana. Después huyó por la N-432, situada a solo unos metros de la nave en la que vivía la familia. Los niños y él pernoctaron en un hotel de Granada. Una vez que la mujer presenta la denuncia y alerta de que el individuo puede llevar una pistola comienza la búsqueda en Alcalá y, el lunes de madrugada, Antonio Jesús M. C. se saltó un control de la Guardia Civil en la zona de Alcalá. Iba a gran velocidad. Sin embargo, se descartó perseguirlo porque se conocía que iban con él los pequeños y que podía estar armado. La huida sigue por Córdoba, pero en Sevilla se le pierde el rastro. Existían dos opciones, que se dirigiera hacia Portugal o hacia Algeciras (Cádiz) para pasar a Marruecos. El lunes en la frontera de Ayamonte (Huelva) se detectó la matrícula del Peugeot 8008 alquilado en el que iban los cuatro. El miércoles, ya con la orden europea de detención, se detuvo al malhechor en un centro comercial de Vila Real de Santo Antonio. En la localización también resultó fundamental la triangulación obtenida a partir del teléfono móvil que llevaba encima. Ya ha declarado ante la Policía y habrá que esperar a la decisión de las autoridades lusas, que también le pedirán cuentas, al menos por la tenencia ilícita de armas. Por ello no se sabe cuándo se producirá la extradición.

La pareja de Antonio Jesús M. C., que también denunció maltrato, era usuaria del centro de la mujer local, pero nunca antes había comunicado a las autoridades que era víctima de violencia machista. En cuanto a los niños, en perfecto estado, ayer continuaron los trámites para su regreso.

Tanto el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz; como el teniente coronel del instituto Armado, Luis Ortega, y el alcalde, Carlos Hinojosa, hicieron hincapié en la labor de la Guardia Civil y la Policía portuguesa. Hinojosa subrayó la respuesta que se dio también a la mujer, que, junto con los menores, era la prioridad. Se adoptaron medidas cautelares para garantizar su protección.