El “ilustre” Bretón, un recluso más

El asesino de sus hijos ya ha sido trasladado al módulo 9, donde hace una vida muy tranquila

10 mar 2016 / 12:21 H.

“Lee bastante y también escribe mucho. Es de las pocas cosas que puede hacer por ahora”. Esa afición por los libros que tiene José Bretón es lo que más ha llamado la atención a los funcionarios del Centro Penitenciario de Jaén en los primeros días de estancia de uno de los presos más “ilustres” de España. El asesino de sus hijos llegó a Jaén el pasado lunes, procedente de la cárcel de Villena, donde estuvo los últimos dos años y medio. En el poco tiempo que lleva en Jaén, Bretón parece haberse adaptado muy bien. “Hasta ahora, es un recluso más”, sostienen personas con responsabilidad en la cárcel. Tras unas primeras horas en el departamento de ingresos, fue trasladado al módulo 9. Se trata del más pequeño del Centro Penitenciario de Jaén y, por consiguiente, uno de los más tranquilos. Únicamente tiene 28 internos de los considerados “pacíficos”. Entre ellos prácticamente no hay delincuentes habituales, sino reos que tratan de huir de los problemas. Lo único que persiguen es acumular méritos y buen comportamiento para poder acceder a beneficios penitenciarios cuanto antes. De momento, nadie le ha hecho el vacío a Bretón.

El autor del doble crimen de sus hijos circunscribe su vida al módulo 9. Por motivos de seguridad, todavía no puede participar en actividades programadas en otros sectores de la prisión. Mantiene una relación normal con el resto de internos de su departamento. Participa en las labores de limpieza, que son obligatorias para todos y, a partir de ahí, puede dedicarse a lo que quiera. Las opciones no son muchas: cuenta con un taller, una sala de informática sin conexión a internet, un pequeño gimnasio y una biblioteca. De ahí que tampoco es de extrañar que Bretón pase horas y horas delante de los libros.

El recluso cordobés pertenece al Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), en la denominada categoría 5. En ella se incluyen a los presos que han cometido delitos de mucha alarma social y que, por lo tanto, necesitan un tratamiento especial. Los delitos por los que ha sido condenado son los que más contravienen las leyes carcelarias. Ni pederastas, ni violadores, ni maltratadores ni asesinos de niños. Con los reos de este perfil, el resto de presos no tiene piedad. Sin embargo, Bretón no ha tenido problemas especialmente graves. En la cárcel de Villena, fue recibido entre insultos y sufrió una agresión de otro interno. Después, su situación se fue normalizando. “No se le considera un preso conflictivo”, explican fuentes del Centro Penitenciario de Jaén.

Un recluso de confianza duerme en la misma celda con José Bretón, a pesar de que el asesino de sus hijos no está incluido en el programa de prevención de suicidios y tampoco ha pedido a la dirección una protección especial. Se interpreta como una medida de control y de seguridad.

Su día a día arranca a las ocho de la mañana, con el primer recuento. Tras ordenar su celda, comienzan las actividades, las comunicaciones y la limpieza de las zonas comunes. A las doce y media, toca ducharse y a la una cuarto, llega el almuerzo. Hay que volver a limpiar tras la comida, someterse a un nuevo recuento y volver a las celdas hasta las cuatro y media. Durante las tres horas siguientes, hay tiempo para las actividades. Después, llega la cena, el recuento de las nueve y media y el toque de silencio con la medianoche.