“El libro retrata el horror de la guerra contado por sus víctimas”

“Lugares de la memoria de Andalucía” recoge historias de la represión

12 jul 2017 / 12:09 H.

El 1 de abril de 1937, la Legión Cóndor alemana bombardeó sin piedad la ciudad de Jaén, fiel a la República en aquel momento y que ni siquiera representaba un enclave militar. Se trató de un golpe inesperado que se produciría días antes del famoso bombardeo de Gernika. Las cifras ascendieron a más de 159 muertos, en su mayoría menores de 18 años”. Este es uno de los escenarios históricos que la periodista, María Serrano, recrea en su primera obra Lugares de la memoria de Andalucía, un libro que cuenta con acuarelas del artista Candelario Gómez Flores, y que fue elaborado gracias a la colaboración de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. La intención de la autora es recuperar la memoria y dar a las víctimas el homenaje que se merecen por tantos años de represión e injusticia. “Me comentaron la posibilidad de hacer un catálogo de cincuenta espacios que simbolizaran la represión en el sentido más triste y horrible de todo lo que había ocurrido en la guerra. Se trataban de historias que parecían ocultas pero que la gente conocía. Fue muy interesante hablar con tantos testigos, sacar cifras oficiales y rescatar testimonios”, explica Serrano, que tiene raíces jiennenses en Santiago de Calatrava, lugar de nacimiento de sus abuelos.

En coincidencia con la conmemoración del 75 aniversario del Miguel Hernández, la escritora recoge entre sus páginas cómo el poeta fue testigo directo del caos. La conmoción de lo ocurrido fue recreada por él en el Altavoz del Frente, órgano de propaganda de la República. Su mujer Josefina Manresa, que también estuvo acompañándolo, dejó un breve testimonio de lo ocurrido que Serrano rescató: “En Jaén presencié un bombardeo que me impresionó mucho. Los familiares a los que cogió fuera lloraban desesperados en los escombros. Recuerdo a un niño, de unos diez años, muriendo entre una puerta y la pared. Todo el tiempo que duró el bombardeo lo pasamos en un patio que había allí muy amplio. Me ponía las manos en la cabeza”.

La escritora afirma que la Universidad de Jaén dispone de ejemplares de su obra y que y el departamento de historia contemporánea organizará una presentación en septiembre. “Queremos dar a conocer a la gente de la calle y a la ciudadanía que estos espacios pueden estar muy cerca de donde viven, en rincones desconocidos, y que merecen ser puestos en valor. Son lugares vivos que narran historias increíbles, muchas de ellas demasiado cruentas y amargas”.