En busca y captura el acusado de un rapto exprés

Presuntamente, secuestraron a la víctima y lograron que les entregara 20.000 euros tras darle una paliza

30 ene 2018 / 10:40 H.

La Justicia ha dictado una orden de busca y captura contra Juan Luis J. E., un vecino de Sevilla, acusado de ser uno de los autores del secuestro exprés sufrido por un empresario de Andújar el 18 de abril de 2015. El procesado está en paradero desconocido y todos los intentos para localizarlo y hacer que se siente en el banquillo han sido, hasta ahora, infructuosos. Sobre su cabeza, penden cargos de secuestro, lesiones, amenazas y robo con violencia, por los que la Fiscalía les reclama 9 años de cárcel. En el procedimiento, hay otro hombre que también está acusado por los mismos hechos.

El Ministerio Público sostiene que Juan Luis J. E. y su compinche concertaron una cita con el empresario, que regenta una negocio de venta de antigüedades. Le hicieron creer que estaban interesados en adquirir unas tinajas. Sin embargo, todo era un engaño: lo que realmente buscaban era apoderarse de un dinero que creían que estaba guardado en la empresa. Esa misma tarde, se presentaron en el negocio. En principio, y según el fiscal, entró Juan Luis J. E., quien apuntó al empresario con una pistola —no se sabe si real o simulada—. Presuntamente, lo maniató con unas bridas y lo amarró a una columna. De forma escalonada, fueron llegando cuatro hombres más. Todos comenzaron a preguntarle con mucha insistencia dónde estaba escondida la caja fuerte con el dinero. Y, al mismo tiempo, realizaron muchos agujeros en las paredes, el techo y el suelo. Dice el fiscal que Juan Luis J. E. le puso la pistola al empresario en la sien y hacía el gesto de cortarle una oreja con unas tijeras, con la intención de amedrentarlo. Con el ruido de los golpes, llegó a la nave el guarda de la finca. Igualmente, fue golpeado en la cabeza e inmovilizado con bridas.

Pasadas varias horas, fue el propio empresario, el que temiendo por su vida, les dijo a los asaltantes que les podía dar 20.000 euros. Así que la víctima telefoneó a su hijo y le pidió que llevara el dinero a la cafetería de un conocido centro comercial de la Andújar, porque acababa de cerrar un trato por la compra de unas esculturas. El familiar se presentó a la cita a la hora convenida e hizo entrega de una mochila con la cantidad estipulada. El receptor, presuntamente, fue el segundo acusado, Bernardo M. H. Justo en ese instante, el fiscal asegura que Juan Luis J. E. y los demás asaltantes se marcharon de la nave y dejaron maniatados a los rehenes. Cuatro meses después, la Guardia Civil practicó cuatro detenciones.

Una “organización muy peligrosa”

Cuando la Guardia Civil de Jaén detuvo a los cuatro sospechosos de secuestrar al empresario iliturgitano —entre los que estaba Juan Luis J. E.—, destacó que formaban parte de una “organización muy peligrosa”. De hecho, en la nota de prensa en la que se informaba de la operación “Quelonio”, se relataba que el grupo desarrollaba diversos “palos”: Además de dedicarse a realizar “secuestros exprés”, efectuaban ajustes de cuentas por encargo, “trabajos” en los que utilizaban gran violencia contra las víctimas: “No dudaban en causar lesiones o la muerte para obtener sus propósitos”, decía literalmente el comunicado. De hecho, los investigadores sostienen que los cuatro detenidos habían aceptado varios encargos para matar a personas, derivados de enfrentamientos entre mafias de la droga.