Enrique Cobo, premiado por un trabajo de ciberseguridad

Reconocimiento a una trayectoria profesional imparable. El jiennense Enrique Cobo recibirá hoy el Premio In-nova al mejor trabajo fin de máster en aplicaciones y servicios de Ciberdefensa y Ciberinteligencia, en el marco de la XXXVIII edición de los Premios COIT/AEIT. “Supone el broche de oro a la carrera, puesto que el TFM es el último paso en la vida como estudiante. Y que se valore precisamente por el Colegio de Ingenieros, los propios compañeros, es muy gratificante. Así que será un orgullo recoger el reconocimiento hoy, también para mi familia, que me ha apoyado todos estos años”, afirma Enrique Cobo.

Su idea con el trabajo era atajar uno de los problemas de privacidad que existen en las comunicaciones móviles: “En la actualidad, nos encontramos con que los móviles, para conectarse a una red, tienen que emitir lo que podríamos denominar el DNI del terminal. Ese número, a día de hoy se envía sin cifrar, de forma que se puede detectar esa transmisión y, si conoces el DNI ya automáticamente, se sabe que estás en ese área. Entonces lo que hemos sugerido es proteger esa comunicación mediante un esquema de cifrado para hacer esa transmisión de forma privada en 5G de una forma computacionalmente eficiente”. Además de presentar el trabajo en una conferencia en la que participaron ingenieros de todo el mundo, hay varias patentes que respaldan su trabajo, y su mayor satisfacción es que el sistema estará en el estándar del 5G, por lo que todos los móviles lo incorporarán.

En la actualidad trabaja en una multinacional sueca de equipos de telecomunicación que antes fabricaba móviles, Ericsson, donde hizo el TFM: “Sigo en temas de 5G, aunque ahora en el diseño de chips para equipos de red. Porque el 5G es la evolución del estándar, que tiende a incrementar la velocidad y la eficiencia en las comunicaciones móviles. Se prevé que la demanda de datos será mayor, y se intentará llegar a velocidades superiores”. Y, aunque cuando estudiaba esperaba trabajar de lo suyo, no imaginaba que terminaría en Suecia, centrado en temas de tecnología puntera y, en definitiva, en su diseño futuro. “Allí hay muchos ingenieros españoles, y creo que estamos muy bien valorados. De hecho, me gustaría recordar que la formación recibida en España es buena, y nos preparan como tienen que hacerlo para el futuro, tanto en la universidad como en la formación previa que yo traía de Jaén”, concluye.