Este cuento no se acaba y tiene otro capítulo histórico

La historia se escribe con letras de oro en una temporada que ojalá nunca se acabe. El Jaén Paraíso Interior se sitúa en el Olimpo de los elegidos, de los equipos que tienen opciones de ganar un título. El olivo mecánico nunca se rinde, ni cuando las circunstancias son adversas. El gol del gaditano José Carlos Delgado, “Carlitos”, cuando solo quedaba dos segundos para el final permitió llegar por vez primera a semifinales en los 31 años de vida de la entidad. El ala transformó el doble penalti ante el delirio de un público encendido con la pareja arbitral por las decisiones del segundo periodo. Ahí acabó un partido que también fue histórico. Eseverri, un mito del fútbol sala español y ejemplo de generaciones, jugó su último encuentro. El Jaén Paraíso Interior le brindó una despedida con señorío. Sus jugadores, junto al equipo navarro, le hizo una pasillo con unos aficionados puestos en pie. Fue el segundo momento mágico de la noche. El primero fue el más importante la clasificación para las semifinales de la mejor Liga.

La caldera de La Salobreja desprendía el humo de las grandes ocasiones con una afición más amarilla que nunca y un ambiente ensordecedor debido a la resolución definitiva de la eliminatoria. El Jaén Paraíso Interior no se dejó sorprender al comienzo como sucedió en el segundo partido ante un Osasuna Magna Navarra cauto y que recurrió a sus jugadores más expertos para el arranque. Incluyo a Eseverri y recuperó al sancionado Rafa Usín para tener más jerarquía en la pista. Pero el bicampeón de la Copa de España marcó el ritmo del juego y empezó el habitual asedio a la meta de Asier, que como siempre estuvo seguro y expeditivo. Los locales dominaban, pero no encontraron espacios. Daniel Rodríguez buscó la solución con la entrada de Dani Martín para derribar la barrera con su velocidad. En un chispazo del salmantino llegó el primer gol, una genialidad que definió a la perfección Mauricio. El Magna no se impresionó y no cambió el guion, aunque la escuadra de Arregui cometió errores en los pases. Una de sus virtudes es que sabe vivir de los fallos del rival y en una pérdida de balón de Burrito empató con un buen lanzamiento de Araça, cuando solo quedaban dos minutos para el descanso y los navarros con cinco faltas, pero la sexta no llegó y el Jaén Paraíso Interior no lanzó el doble penalti. La sentencia de la eliminatoria llegó en el segundo periodo. La máquina amarilla protagonizó una salida eléctrica y fabricó ocasiones en un suspiro con Boyis y Bingyoba, pero el Magna es una escuadra poderosa que buscó sus opciones. Con los ánimos caldeados con los colegiados, llegó la jugada clave que cambió otra vez la historia con el gol de Carlitos. Jaén sigue de fiesta con sus lagartos amarillos, más desatados que nunca en una eliminatoria que se resolvió en tres partidos marcados por la intensidad.