Exquisito deleite para los sentidos

Llegó el tan ansiado momento. Dicen de los andaluces que son un tanto exagerados, quizás quien crea en dicho tópico es que no conoce bien la Semana Santa. A pesar de que no se pueda describir con palabras, la llegada de la Pasión es sentimiento, es olor a azahar e incienso, amor por los tronos, dolor por lo que representan, en definitiva, una explosión de sentimientos que invade a los jiennenses desde el amanecer al ocaso. Con la tranquilidad de saber que el cielo va acompañar, al menos en los primeros días de fervor, así como las temperaturas, con una previsión para hoy que oscila entre los ocho de mínima y los veintidós de máxima, los primeros hermanos ya tienen sus instrumentos afinados, las capas bien limpias y estiradas, las velas a punto y el corazón preparado para encontrarse con sus bellas tallas. También esta lista la capital, que brilla al compás del sol primaveral para volver a ser protagonista de un hecho sin igual.

Serán momentos de encuentro con otros hermanos, con la familia, en otros casos será el primer descubrimiento de la Semana Santa del Santo Reino, a todos ellos les espera una gran aventura llena de sentimiento y respeto por lo que aquí se conmemora, para todos ellos solo vale un consejo, dejarse llevar. Tras la últimas jornada, donde se realizaron varios cultos, tales como el pregón Cruz de Guía, la exposición de Pasos de la Santa Cena, la muestra de las tallas de la Estrella y una via-crucis con Nuestro Divino Redentor Jesús el Cautivo, la capital amanece hoy con un ambiente cargado de nervios, de alegría y de infinitas ganas de que se produzcan los primeros encuentros. Los jiennenses y visitantes que llenarán las calles ya se preparan para acompañar en el dolor y la alegría al Señor y su madre, ya suenan las primeras campanas de los templos, ya llega el gran momento, comienza la gran semana de Jaén, su grande y bella Semana Santa.