Fiesta azulilla con un Real Jaén sin argumentos

El gol de Pekes premia la mayor iniciativa del Linares, que perdona en la recta final del encuentro

26 feb 2018 / 09:29 H.

Ganó el que más lo buscó, el que gozó de más ocasiones y el que ahora se encuentra mejor en la competición. El Linares y el Real Jaén dibujan trayectoria diametralmente opuestas. Los azulillos viven instalados en una espiral de éxitos que les permite mirar hacia arriba con cinco victorias consecutivas, pero los cuatro primeros no fallan y el play off de ascenso está a diez puntos cuando quedan doce jornadas, mientras que desde la óptica de la capital todo se ve con un prisma oscuro. La cuarta derrota deja la promoción a siete puntos, pero lo que más preocupa es que que las costuras del equipo están partidas por las sensaciones que se transmiten desde hace varias semanas. Salva Ballesta tiene su cuota de responsabilidad, pero los futbolistas no están acertados y su fútbol está marcado por las aristas. En este desconcierto deportivo influye la situación institucional. El colectivo sigue sin entrenador y necesita a un faro en el banquillo que guíe el tramo final del torneo. El Linares Deportivo fue mejor y supo interpretar mejor el partido. Jaime Molina y Chico han diseñado una escuadra interesante y competitiva, aunque quizá desde las altas instancias no se debió aligerar la nómina de futbolista. La afición azulilla empieza conocer de memoria la alineación titular. La incorporación de Kevin —cedido por el Córdoba— es una bocanada de aire fresco, porque Sergio y Pablo Ortiz juegan más arropados. Jorge Barba fue un dolor de cabeza para la defensa jiennense y Pekes es una promesa que tiene en su punto de mira el gol. Su tanto al eludir la salida de Luis Arellano premió el dominio de un Linares motivado después de su decepcionante imagen ofrecida en la primera vuelta. La salida de Pablo Aguilera terminó por descoser al Real Jaén. El sevillano, suplente de lujo, fue pura dinamita por las zonas del campo en las que se movió. El punto de mira lo tuvo desviado, pero sus movimientos en el terrerno de juego son formidables. En los blancos la lucidez se reflejó en la calidad de Mario Martos y Víctor Armero y el trabajo de Cervera. Para ganar los partidos se tienen que generar ocasiones de gol, pero la apuesta blanca no dio resultado ni por el carrio central ni por las bandas. Así es muy complicado. Migue Montes no aprovechó tres llegada al comienzo y fue neutralizado por lños centrales locales. La acción más clara la protagonizó Juan Carlos, al comienzo del segundo tiempo, pero su disparo lo salvó un seguro Robador. Luis Arellano también tuvo trabajo. El hispanovenezolano no pudo hacer nada en el gol y en las otras jugadas estuvo seguro, pese a algunas dudas a la hora de salir de su meta.

Ese ejercicio de impotencia blanco se combinó con un Linares Deportivo emergente, con confianza y que ya tiene olvidado el nefasto mes de enero en el que vivió una situación crítica. La crisis se la trasladado al Real Jaén. Tomás Membrado y Andrés Rodríguez deben solventar el vacío de poder en el banquillo —Germán Crespo ha rechazado el ofrecimiento y está centrado en el Huétor Vega y la opción Torres sigue ahí—, porque en juego está el presente y futuro del conjunto blanco. El play off en la actualidad es una utopía para los dos conjuntos, pero las dinámicas son distintas y así lo refleja la estadística. En medio de ellos está un imparable Atlético Mancha Real. Esa es la realidad actual.

Crespo dice que no y se negocia con Torres

El Real Jaén trabaja en dos frentes para encontrar un entrenador que termine la temporada y que diseñe el proyecto de la próxima temporada. Germán Crespo, el actual técnico del Huétor Tájar, declinó el ofrecimiento de los dirigentes blancos y agradeció el interés por su fichaje, pero ahora mismo solo está centrado en el conjunto granadino, que marcha segundo. La opción de Antonio José García Muñoz, “Torres”, también sigue viva y anoche se produjo un nuevo cónclave con el técnico linarense.