Frentes contra las drogas

Proyecto Hombre alerta del regreso del “caballo” y de los efectos del cannabis

11 jul 2017 / 12:09 H.

Década de 1990. Desde mediados de los ochenta, el consumo de heroína tiene cariz de epidemia en España. Las crónicas negras de la época se llenan de personas halladas muertas, en la calle, como consecuencia de sobredosis. La situación adquiere el grado de alarma social. En este contexto, en 1996, abre sus puertas en Jaén Proyecto Hombre. Desde entonces, la sociedad española ha cambiado mucho y el “caballo” no es la bestia negra que era entonces, aunque “está de vuelta”, pero no cabe bajar la guardia. En veinte años, el perfil de las personas consumidoras de drogas ha evolucionado. Se ha diversificado: la heroína está de vuelta, la adicción al alcohol y a la cocaína continúa, entre los jóvenes y adolescentes empieza a ser “preocupante un excesivo consumo de alcohol, drogas de diseño y cannabis” y el consumo de esta última, considerada, tradicionalmente, como una sustancia “blanda”, con “halo de droga sana y medicinal”, no solo se ha demostrado sobradamente que “genera serios problemas en quien la consume con regularidad”, sino que “en torno al 10% de los nuevos casos de tratamiento que llegan a Proyecto Hombre son personas con problemas de cannabis”, advierte el director de la ONG en Jaén, Pedro Pedrero.

En su sede de la calle Juan Molina, número 1, internas en la comunidad terapéutica de Proyecto Hombre están 42 personas. Hay “un equilibrio variado” de los cuatro perfiles enumerados. Pero hay una cuestión “inherente” a ellos que preocupa especialmente a la dirección por su “mal encaje” en los recursos de ayuda actuales: son las personas con enfermedad mental asociada al consumo de drogas. La causa y el efecto están correlacionados, pero su tratamiento no encaja ni en los recursos para atender adicciones, ni en los que están normalizados para dar respuesta a la enfermedad mental. Darles una atención “mucho más concreta” es uno de los retos de Proyecto Hombre, pero no el único. El director de la organización en Jaén habla de retomar el programa específico de prevención entre adolescentes y jóvenes. Porque —como indica Pedrero—, “a veces”, “el menor de los problemas” es el consumo en sí. “Este está asociado, en muchas ocasiones, a un bajo rendimiento escolar, a malas relaciones sociales y familiares y se trata de evitar que esto se lleve por delante a estos jóvenes”. “A corto y medio plazo”, señala el director de Proyecto Hambre, que lamenta los efectos de la crisis sobre las adicciones: “Ha sido un acelerador de procesos latentes y los ha acelerado”.

Sede accesible con un ascensor financiado por la Diputación

Las escarpadas escaleras de acceso a la sede de Proyecto Hombre en Jaén —un espacio que el Obispado le cedió a la organización en el Seminario— han dejado de ser un problema gracias a la Diputación. “Hace un año nos plantearon que necesitaban un ascensor y hemos financiado su construcción con casi 32.000 euros para eliminar las barreras arquitectónicas”, explicó el presidente de la Administración provincial, que ayer comprobó cómo ha quedado la instalación.

Francisco Reyes valoró la “magnífica labor” que Proyecto Hombre realiza en la provincia, atendiendo a “hombres y mujeres de los 97 municipios”, y adelantó que no será la única colaboración de la Diputación con la ONG: “Otra necesidad que tiene es climatizar el edificio para obtener la calificación de la Consejería y vamos a financiar una parte”. Este es un requisito necesario para acceder a conciertos y convenios con Asuntos Sociales.