Homenaje a las verdes habas

La Buena Mesa celebra uno de sus encuentros y reconoce a Alfonso Sánchez y Virginia Quesada

23 abr 2018 / 10:36 H.

D ice el refranero popular, que por la boca entra la salud. Por eso en la Cofradía Gastronómica de la Buena Mesa “no se la juegan” y realizan su particular receta con una apuesta por unos apetitosos alimentos a lo que añaden la mejor de las compañías. En esta ocasión, tocó celebrar su ya tradicional Fiesta de las Habas en la Casería Santo Rostro. Una cita de lo más apetecible a la que acudieron alrededor de un centenar de personas en este bonito entorno que volvió a dejar una jornada entrañable. Todo estuvo listo a la llegada de los invitados que pudieron disfrutar de unos variados y abundantes aperitivos compuestos por alimentos de calidad y excelente sabor. Tras ello, tocó el turno de carne de cordero y, por fin, uno de los grandes protagonistas de la jornada, las ricas habas con huevo que cada uno de los asistentes degustó de forma placentera, para acabar con un toque dulce a cargo del postre.

Entre tanto, se vivió otro de los grandes momentos de la jornada, el merecido homenaje al presidente emérito Alfonso Sánchez Herrera y a su esposa Virginia Quesada. Ambos fueron de los primeros socios de la cofradía, creada en 1982, y que lucharon para que la agrupación creciera y se convirtiera en lo que es en la actualidad. Además, durante muchos años la Fiesta de las Habas se celebró en la Casería Santo Rostro, propiedad de Sánchez y Quesada. Los homenajeados, muy emocionados, recibieron una placa de reconocimiento y un ramo de flores, además del enorme cariño que le procesan todos los miembros de la cofradía. Tras ello, fue el momento de comentar, compartir ideas, recordar experiencias y nuevos retos y sueños en una amena y calurosa tarde de primavera en la que el llamativo verde de esta época se combinó con el de las ricas habas.

Todo ello, se compaginó para dar como resultado un día entre amigos como ellos mismos manifestaron, en el que disfrutaron, confraternizaron y asentaron, aún más, el sincero y tremendo cariño que reina en la Buena Mesa, uno de sus grandes pilares.