La irregularidad en los resultados asalta al Linares

Un Motril ordenado y con mucha calidad rompe la buena racha azulilla cosechada en el Linarejos

06 nov 2017 / 10:58 H.

Se le sigue atragantando al Linares la tan ansiada regularidad en este inicio de temporada. Tras varios partidos en los que había superado la mala racha, en la tarde de ayer cosechó, frente al CF Motril la segunda derrota de la semana que le hace dar un paso atrás.

Con un once asentado, en el que el acompañante de Juanfran en mediocampo es un único cambio reseñable partido tras partido, el Linares saltó al césped muy enchufado, presionando arriba, achicando mucho desde atrás y circulando con velocidad. Sergio Ortiz, con un disparo desde la frontal del área, y Braim, con un tiro lejano que rozó la escuadra, estuvieron cerca de hacer el 1-0, pero quien golpeó primero fue el Motril. En el 16, Moi Gómez remachó de cabeza al segundo palo un córner botado desde la izquierda después de una jugada de estrategia muy estudiada por el míster rival. El gol cambió el choque pues los motrileños replegaron líneas, taparon huecos y apenas dieron opciones al Linares de generar peligro real. La pelota fue más azulilla, pero el marcaje y dominio que el cuadro visitante ejerció sobre Barba desactivó casi todo el ataque. A diferencia de partidos anteriores, Jorge encontró poco espacio tras el 0-1 y su equipo lo notó. Lo compensó en parte un Sergio Ortiz a un gran nivel como organizador de juego. Más acomodado con Juanfran, la conexión entre ambos funcionó bien, pero sin la determinación de Barba más arriba, el balón llegó con poco peligro a la meta de Josemi.

El encuentro se fue a vestuarios con ocasiones de Pekes y Omar para igualar el marcador y, una vez se reanudó, el choque lo definieron por completo los cambios de Aguado, ya que las lesiones de Juanfran y Braim obligaron al técnico a retocar el sistema. Durante gran parte de la segunda mitad, el Linares pasó a un 4-4-2 con Pekes y Javi López como dupla de ataque, José Manuel tirado a una banda y Chomfli por la otra. La modificación del sistema llevó a Barba a repetir en la sala de máquinas y este hecho fue el principal culpable de la ausencia de ocasiones. Con Jorge tan atrás, no hubo nadie que llevará el esférico en ventaja a la delantera y el equipo estuvo indolente. Robador salvó el 0-2 tras un mano a mano en el 65, pero no pudo hacer nada 7 minutos después. Frente a un Motril con 10 después de la expulsión de Juan Carlos en el 72, el Linares fue incapaz de robar un balón en medio campo. Durante muchos minutos pareció el cuadro local el que estaba en inferioridad numérica pues, como posteriormente reconocería José Manuel García, los suyos habían trabajado a conciencia el cómo jugar con uno menos.

Y así, con una triangulación preciosa desde atrás y una pared en la frontal, Darío mató el partido. Sin Juanfran el equipo perdió gran parte del centro del campo y buscó el empate por aplastamiento. Los minutos finales juntaron a José Manuel, Pekes, Javi López y Josema —que se incorporó permanentemente arriba— en el área buscando el gol, pero éste tuvo que llegar en las botas de Sergio Ortiz con una semivolea desde el borde del área en el 85. El partido iba a morir con 1-2 aunque en las botas de Chomfi estuvo el empate a falta de cinco minutos. Barba le puso un pase brutal al canterano que llegó al área, pero erró su pase a un Javi López completamente solo para empatar. Tras la derrota frente al Guadix y la de ayer, el Linares vuelve a dar un paso atrás. Además, la afición hizo notar su malestar tanto al final como durante el partido.