La lucha de una inconformista con dos obras en su haber

La autodidacta Luisa María Toledano dedicó unas memorias a su hijo fallecido

31 ago 2016 / 11:30 H.

Puede que no sea una catedrática en Literatura, que no se haya formado en las mejores universidades ni con los mejores escritores andaluces de su tiempo. Hay personas para las que la “universidad de la vida” no solo es la mejor escuela, sino la más grande y más profunda fuente de inspiración. Con tan solo 17 años, la jiennense Luisa María Toledano Zafra vio truncados muchos de sus sueños al quedarse embarazada. Tuvo que pasar de la niñez a la edad adulta casi de sopetón, dejar sus estudios para hacerse cargo de una casa y, para poder alimentar una boca más, trabajar en lo primero en lo que encontró una fuente de ingresos: la limpieza. Sin embargo, a esta soñadora e inconformista mujer, que siempre tuvo inquietudes artísticas, nunca se le acabaron las esperanzas, más si cabe cuando se supo bendecida por una vida en común con su hijo.

Y así, con mucho esfuerzo y grandes dosis de ilusión, Toledano salió adelante con la mejor de sus sonrisas. Pero como dice el refrán, qué poco dura la alegría en la casa del pobre. Tal vez el destino quiso ponerla a prueba, pues Luisa María tuvo que pasar por el peor trance que existe para una madre: su pequeño falleció. Entonces, llegó su primer coqueteo con la literatura. “Un día que te sientes muy sola y empiezas a escribir para desahogarte. Para mí, mi hijo es como mi dios, y quería escribirle algo bonito que pudiera leer estuviera donde estuviera”, recuerda la escritora con un hilo de voz, mientras revive de nuevo lo que sintió al escribir, poco a poco y sin intención real de publicarlo, “Carta a mi cielo”, una especie de memorias en las que mezcla con coraje dos sentimientos enfrentados: el desgarrador dolor que le causa el saberse sin su pequeño y el profundo amor que le profesa aún hoy. “Han pasado muchos años, pero hay días que sientes que fue ayer. Por suerte, lo único que puede superar al desconsuelo de perder a tu hijo, el amor que sientes por él, que es lo que te da las fuerzas para seguir adelante”, asegura.

Sin embargo, “Carta a mi cielo” no es la primera publicación de una escritora autodidacta, a la que le picó el gusanillo de la literatura tras leer “Donde la pasión nos lleve”, una novela romántica de Rosalie Belleau. “Mi cabeza le daba vueltas a una idea: ¿Yo sería capaz de escribir algo así?”. Y vaya si fue capaz. En apenas cinco meses, “Una vida de sueños” era una realidad. Su padrino, por decirlo de algún modo, fue el autor torrecampeño Antero Jiménez Antonio, amigo personal de Luisa María. “Él leyó lo que había escrito y creyó que tenía posibilidades, por lo que llevó el libro a su editorial, Carena, y apostaron por publicarla”, relata Toledano. La obra, una novela de amor costumbrista ambientada en el siglo XX, demostró a la jiennense que podía escribir, por lo que retomó los escritos a su hijo y los publicó bajo el nombre “Carta a mi cielo”.