La menor que se fugó de casa se fue a Córdoba el primer día

Se marchó con su pareja porque él creía que lo iban a trasladar de centro

    17 feb 2016 / 12:20 H.

    Hace una semana, Noelia y Jordi se montaron en un tren en la estación de ferrocarril de Jaén capital. Apenas una hora después, los dos adolescentes, de 16 y 15 años, llegaron a su destino: Córdoba. Ambos se marcharon voluntariamente de sus respectivos hogares y estuvieron cinco días sin dar señales de vida. Ni un mensaje, ni una llamada, nada de nada. Según contaron a la Policía Nacional, se fueron porque el chico, que está tutelado en una casa de acogida de Mensajeros de la Paz, estaba en la creencia de que lo iban a trasladar y que, por lo tanto, no iba a ver más a su novia: “Ha sido una chiquillada hecha por amor. Pensaban que, si los separaban, no iban a seguir juntos”, explica Alberto González, el padre de la menor jiennense.

    La pesadilla de esta familia acabó el pasado lunes por la noche. Un agente destinado en la Comisaría de la Avenida Campo Madre de Dios, en la capital cordobesa, avisó al progenitor de que habían hallado a la joven pareja sana y salva. “Cogí el coche y, con el tutor de Jordi, fuimos a por ellos. Cuando vi a mi hija no hablé, solo le di un abrazo. Es lo que más deseaba”, recuerda Alberto González, unas horas después del feliz reencuentro.

    Ya en el camino de regreso a Jaén, Noelia le contó algunos detalles de su travesía. Le explicó que han estado en Córdoba durante los cinco días en que estuvieron “desaparecidos” —algunos amigos dijeron al padre que los habían visto en Jaén y en Martos—. La chica también contó que dormían en los portales que se encontraban abiertos y que se han alimentado con bocadillos, porque apenas tenían dinero. Noelia salió de casa con lo puesto. La misma mañana en que se marchó, su madre le había dado 20 euros para que se comprara unas zapatillas.

    Colaboración ciudadana. El hallazgo de los jóvenes se produjo a última hora de la tarde del lunes. Un vecino vio a la pareja en una actitud que le pareció “rara”. El hombre pensó que la cara de la chica le sonaba de algo y recordó que la había visto en una publicación de las redes sociales en la que se la daba como desaparecida. Dio la vuelta y volvió a mirarla para comprobarlo. Se cercioró de que era Noelia, la menor de Jaén que llevaba cinco días sin ir a su casa. Así que avisó a la Policía Nacional. Una patrulla se personó rápidamente en el lugar, identificó a los adolescentes y los trasladó a la Comisaría. Ya de madrugada, Alberto González pudo llevarse a Noelia, mientras que el tutor que Jordi tiene en la casa de acogida se hizo cargo del adolescente. “Estoy seguro de que no lo volverá a hacer”, dice el padre de ella. Así acabó una pesadilla con final feliz.