La paciencia da tres puntos al Linares

La victoria frente al CD El Palo permitió al Linares, por primera vez en toda la temporada, enlazar tres victorias consecutivas. El cuadro minero consiguió sacar adelante un partido complicado ante un rival que apenas inquietó a Robador, pero que no dio ni una facilidad defensiva. Fue Barba el que selló el triunfo, en el minuto 83, con su séptimo gol, tras una gran jugada entre Kevin y Chomfli.

La baja en defensa de Josema obligó a Molina a introducir variantes en el once. Lozano ocupó el puesto de central, Chomfli entró en el lateral y Kevin debutó como mediocentro. Así, el equipo saltó al césped con la intención de ser protagonista con pelota e intenso en la presión tras pérdida, pero la doble línea de cuatro que El Palo plantó frente a su meta, no sufrió ninguna grieta. Aunque la posesión fue local, el Linares no pudo generar peligro y la explicación puede hallarse en la figura de dos hombres: Sergio Ortiz y Jorge Barba. El primero se mostró poco participativo en la gestión de juego y el colectivo lo echó de menos. Tanto él como Juanfran acudían permanentemente a la presión alta que Molina había planteado y, a Sergio, eso pareció pesarle a la hora de activarse con la pelota. Por su parte, Barba sí se mostró tan enérgico como acostumbra y se movió por todo el ancho del campo, pero la finura que suele caracterizarle no relució y sus movimientos resultaron poco efectivos. Ante este contexto, con dos hombres tan importantes alejados de su nivel habitual, al conjunto azulillo le costó mucho acercar a Pekes al gol.

El Palo, por su parte, se limitó a evitar que el Linares hiciera su fútbol y a buscar que Apoño, desde el pase, y Mauri, desde el desmarque, marcaran la diferencia. Sin embargo, la muralla defensiva jiennense se edificó sobre los nombres de Luis Lozano y Kevin. Luis completó un partido sobresaliente como central, atentísimo en la marca y poderoso en el juego aéreo, fue el principal aval para que el equipo malagueño se marchara sin mirar a Robador a los ojos. Y Kevin, en su debut, dejó unas sensaciones muy positivas. Robó mucho balón, dotó de equilibro al sistema y, además, mostró buena capacidad para llegar arriba. El paso por vestuarios trajo consigo algunos cambios, pues el conjunto de Funes salió con intención de igualar la posesión y lo consiguió durante veinte minutos. El Linares intuyó que el partido podía complicarse, visto que las ocasiones no llegaban, y Molina movió ficha dando entrada a Aguilera por Siles. El extremo siempre es un agitador cuando entra desde el banquillo pero, ayer, jugando de inicio, no tuvo su mejor tarde. Tras el cambio, el técnico jiennense juntó a Pekes y Aguilera, con este último acostado en banda y a los suyos les cambió la cara. Ganó en intensidad, jugó al espacio y volvió a meter al rival en su área. Con un Linares recuperando líneas adelantadas y presionando arriba, como había hecho en el primer acto, el encuentro terminó con todos en busca de un tanto, que al final llegó en botas de Barba. Tres puntos más en un duelo muy exigente y que los azulillos supieron sacar adelante, a pesar de no brillar en su juego. Lo consiguió a base de paciencia, templanza e inteligencia en lo que precisaba en cada momento. Próxima parada: Antequera, el segundo mejor equipo del grupo en palabras del propio Jaime Molina.