La seguridad privada sobresale

El guardia que recibió un disparo para evitar un atraco es condecorado

17 nov 2017 / 12:02 H.

Francisco Navarro Lorite es vigilante de seguridad. El pasado 6 de marzo, fue más allá del deber en el ejercicio de su profesión. Literalmente, se jugó el tipo al intentar detener al hombre armado que entró en el salón de juegos de Linares donde prestaba su servicios para perpetrar un atraco. El ladrón le disparó casi a bocajarro. Lo hirió en la muñeca antes de huir. No obstante, el vigilante de seguridad pudo identificarlo antes de recibir el balazo. Su testimonio fue fundamental para que la Policía Nacional detuviera a este peligroso delincuente varios meses después. Ayer, la Subdelegación de Gobierno distinguió a Francisco Navarro Lorite con la condecoración más alta que puede recibir un profesional de este gremio. Una mención honorífica que quedará para siempre en su hoja de servicio.

Este linarense es uno de los 39 agentes homenajeados ayer con motivo del Día de la Seguridad Privada, celebrado ayer en la Subdelegación. El acto estuvo presidido por la responsable del Gobierno en la provincia, Francisca Molina, quien destacó que estos profesionales son “los grandes aliados” de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la tarea de “garantizar la libertad de los ciudadanos y proteger sus derechos”. “Gracias a vuestra colaboración constante e importantísima, podemos trabajar con mayor eficacia en la prevención de delitos y la seguridad de las personas”, añadió la subdelegada.

Actualmente, la provincia de Jaén cuenta con 29 empresas relacionadas con la actividad de la seguridad privada. En ellas trabajan 763 vigilantes y 14 detectives privados. El sector ha ganado peso específico en los últimos años y es una fuente importante de creación de empleos. En 2013, los profesionales dedicados a este sector apenas superaban el medio millar. Es decir, las plantillas han aumentado de forma significativa durante este periodo.

Lo que todavía sigue preocupando al sector es el problema del intrusismo, tal y como puso de manifiesto Manuel Fernando Ramírez, presidente de la Asociación Nacional de Directores de Seguridad Siglo XXI. En su alocución, animó a la Subdelegación de Gobierno a seguir trabajando para poner fin a los vigilantes “piratas”, lo que permitiría a los profesionales ganar “en credibilidad” ante la sociedad.

Al respecto, Francisca Molina se refirió a la Ley de la Seguridad Privada y explicó que, el pasado mes de mayo, “se cumplieron tres años de su entrada en vigor para combatir el intrusismo en el sector mediante distintas medidas rigurosas que permitían además, mejorar la coordinación entre las empresas de seguridad privada y el sector público”. “Queremos daros la motivación y el respaldo jurídico necesarios para el ejercicio de vuestras funciones porque la seguridad privada es un actor principal para la prevención del delito y la protección de las personas y bienes”, señaló la subdelegada, para resaltar “el esfuerzo” del Gobierno, a través del Ministerio del Interior, para “reconocer y dar visibilidad a esta vocación de servicio en el ámbito privado”.

En el otro extremo, los responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hicieron hincapié en mejorar la coordinación para evitar las falsas alarmas. Prácticamente, nueve de cada diez avisos se debe a errores del dispositivo o a descuidos y olvidos de sus propietarios. Eso sí genera que la Policía y la Guardia Civil tengan que desplazarse sin motivo.

Un sector que sigue creando empleo

recuperación. Actualmente, el sector de la seguridad privada en la provincia cuenta con 29 empresas, en la que trabajan 763 profesionales. Hace cuatro años, la cifra de empleados era bastante inferior: 529, lo que demuestra que el gremio es uno de los pocos que ha creado empleo en la provincia. Eso sí, todavía no se alcanzan las cifras que tenía el sector antes de la crisis económica.