La traviesa Suki ya tiene familia

Una familia adopta a una gata que rescató la Policía Local con la grúa del motor de un coche

12 sep 2016 / 13:08 H.

Suki ya tiene una familia. En realidad, antes también la debió de tener, pero, tal vez, una travesura o el miedo le hizo despistarse para siempre de donde vivía con su mamá. El pasado 7 de agosto, vecinos de la calle Esteban Ramírez del Bulevar llamaron a la Policía Local. Llevaban todo el día escuchando maullar a un gato. El sonido procedía de un motor de un vehículo que se encontraba estacionado en esa calle. Cuando llegaron los agentes y se percataron que había un gato, intentaron localizar al propietario del coche para que abriera el capó. En cambio, el dueño dijo que lo había dejado allí aparcado, pero que no se encontraba en Jaén.

Por eso, los maullidos, el revuelo y el interés de los policías locales por salvar al animal hicieron que se avisara a la grúa municipal, tal y como detalló el Ayuntamiento en un comunicado. Cuando llegó, cogió el coche, lo levantó y, desde abajo, pudieron coger a un pequeño gato, que no tenía ni tres semanas de vida. Una de las vecinas que dieron aviso se conmovió al ver al animal, por lo que le pidió a la Policía Local que no se lo llevaran. Era Enikö Kacsó, una mujer alemana que reside en Jaén.

“Me dio pena y me llevé a la gata. Tengo en casa un perro y otro gato, por lo que veía que no iban a congeniar. Por eso, intenté contactar con amigos para que se la quedaran. Sin embargo, cuando he visto lo bien que se ha adaptado a la familia y que Wilson —el perro— está encantado, al final nos la hemos quedado”, manifiesta Enikö Kacsó. Se llama Suki, es una gata y tiene alrededor de cinco semanas. Come pienso y ahora los maullidos los da cuando tiene hambre. “Los niños están encantados. Son cuatro y pasa de mano en mano. No para de jugar con ellos. Además, Wilson —el perro— está loco con ella, mientras que Boni —el otro gato—, simplemente, pasa”, explica. Asimismo, señala: “Hace falta más conciencia a la hora de cuidar a los animales. Yo no concebía dejar a la gata sola en la calle para que la atropellara un coche. Además, mi familia está muy feliz con ella”. Precisamente, Bruno, Clara, Dante y Mauro Iglesias Kacsó —los pequeños de la casa— están encantados con Suki. No paran de jugar con ella, al igual que Wilson. “Incluso le pregunté a amigos de Alemania si la querían, pero ya nos la quedamos aquí”, concluye.

Los maullidos de Suki han acabado con un final feliz. No resulta muy habitual que un animal se quede atrapado en un motor, acuda la Policía Local para rescatarlo y llame hasta a la grúa municipal hasta conseguirlo. Pues, le pasó a Suki, que encima ha caído en una familia con cuatro niños, un perro que la adora y otro gato.