Las vallas que cierran la calle Vicario, desprecintadas

Ni veinticuatro horas. San Juan “recuperó” la calle Vicario, cortada por unas vallas que colocó la Policía Local el viernes y que fueron movidas de su posición. El temporal, que causó numerosos desperfectos en la capital, dejó también su impronta en el casco histórico al derrumbar el tejado de una casa en ruinas situada en dicha calle. Un suceso “esperado”, según los residentes, que conocían el “mal estado” del inmueble desde hacía tiempo y temían que algo así terminara por ocurrir. Tras doce días sin cambios, la Concejalía de Mantenimiento Urbano se decidió vallar la calle “por la seguridad de los viandantes” y pidió “paciencia” hasta que mañana, lunes, traigan la maquinaria apropiada para desescombrar el edificio. El concejal Juan José Jódar declaró, el día que se colocó la valla, que era conscientes del trastorno para los vecinos, pero que era la “mejor” solución. Sin embargo el método no convenció a los residentes y la “impaciencia” fue la que animó a algún vecino de San Juan o paseante ocasional —no hay forma de confirmar quién ha sido el que ha “abierto camino”— a apartar las vallas de hierro, ancladas al suelo y con el precinto de la Policía Local para poder enfilar.

“Las pautas que sigue el Ayuntamiento para tirar abajo un edificio peligroso son complejas y ralentizan mucho el proceso, así que es comprensible que se hayan tomado estas medidas”, apunta el presidente de la asociación vecinal Torre del Concejo, Francisco Castro, si bien subraya que estas acciones afectan negativamente a los residentes, al cortar un lugar de tránsito importante para los vecinos de la zona. “Es impresionante la vuelta que tienen que dar para llegar al mismo punto”, declara Castro, y añade: “De acuerdo que se cierre la vía si es un peligro para la gente, pero que no se tarde tanto en actuar, pues no pueden esperar por más tiempo”.

Por su parte, el dirigente del colectivo habla de algunos residentes “especialmente sensibles” al cambio, que afecta directamente a su estilo de vida. “Una mujer mayor, con movilidad reducida y que necesita del apoyo de unas muletas, debe realizar un trayecto más complicado para llegar a su casa, y eso no es justo. En la misma situación se encuentran muchas más personas del barrio a los que no se les ha dado otra alternativa”, señala Castro.

“Esperamos que el lunes, efectivamente, se traiga la maquinaria para arreglar la situación, o tendremos que ponernos de malas, pues la gente no puede seguir esperando”, advirtió Francisco Castro.

Asimismo, desde la asociación vecinal remarcan la “tardanza” de reacción de la administración, pues el asunto se conocía “desde hace muchos años” y acumulaba numerosas denuncias a causa del riesgo que implicaba para los residentes del barrio de San Juan. “El temporal ha terminado por mostrar lo mal que estaba realemnte”.

Desde “Torre del Concejo” valoran que se tire el tejado del edificio antes de que colapse, pero añade, que debería servir como “punto de arranque” para otras viviendas abandonadas que, tarde o temprano, también serán un riesgo. “Está bien que tiren ese tejado, pero mañana se caerá otra casa”, señalan.

La Concejalía de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento de Jaén explica la acción de apartar las vallas como una “total y absoluta imprudencia”, una actitud contra la que “no se puede luchar”. “La calle está precintada para salvaguardar la vida de los transeúntes, no está así por un capricho”, manifestó el concejal Juan José Jódar, que tienen que combatir también “bulos” como la idea de que se vaya a tapiar la calle o a construir un muro, “cuando no es así”.