Llamando a las puertas del campus

Toc-toc llaman a las puertas, como Guns N’ Roses y Bob Dylan para entrar al cielo, los estudiantes que acuden a las Pruebas de Acceso y Admisión a la Universidad, la antigua selectividad. Con las reformas educativas, este reto no es exactamente igual, pero mantiene su esencia, la que, desde el siglo XIX, es capaz de desvelar, aunque disimule, al más tranquilo de los bachilleres. En Jaén, como el resto de Andalucía, los exámenes comenzaron ayer por la mañana, en la primera de las tres jornadas previstas.

Hay media docena de sedes, una en el Instituto Alfonso XI de Alcalá la Real, con 184 alumnos; otra en el Campus Científico-Tecnológico de Linares, con 421; la del Centro de Profesorado “Sagrada Familia”, de Úbeda, con 820, y la más concurrida, la del Aulario Flores de Lemus (B 4) del Campus las Lagunillas en Jaén, donde se la juegan 1.990 estudiantes. Si, en el comienzo de las pruebas, los rostros eran más bien de crispación, a media mañana, y se hablaba lo justo, con Lengua y Literatura e Inglés ventilada, se respiraba seguridad en el ambiente. Ni el fragmento de “El árbol de la ciencia”, de Pío Baroja, más existencialista que una canción de Nirvana, ni el texto periodístico sobre la banca de la publicación “InfoLibre”, firmado por Miguel Ángel Llamas, supusieron, en general, trauma alguno, al menos para los consultados por este periódico; eso sí, el último descolocó a los alumnos que no esperaban una noticia colgada en internet, sino un artículo de un medio en papel, “de toda la vida”. En el idioma de Shakespeare, el reto era comprender y analizar la gramática de textos dedicados al “mannequin challenge”, la moda de grabar vídeos en los que nadie se mueve, o, en su lugar, otro dedicado a los signos del zodiaco. En este caso, al menos, a tenor de lo visto en el edificio B4 del campus de la capital, los resultados deben de haber sido espectaculares. Si los alumnos tenían 90 minutos para superarlo, con apenas la mitad del tiempo transcurrido, una gran parte salía del aula con una sonrisa de oreja a oreja, algunos, incluso, con el papel de la prueba hecho una bola, señal de que ni siquiera se habían parado a repasar posibles dudas.

En una de las escaleras del enorme edificio universitarios, donde hacían un descanso, un grupo de aspirantes a universitarios desvelaba uno de los marrones del día, al que tenían que hacer frente justo después de Lengua Extranjera, el examen de Historia de España. “Antes eran cinco o seis temas lo que podían caer y, con los cambios, hay que prepararse el doble”, comentan dos amigas que quieren convertirse en futuras universitarias en Granada, todo un clásico, una para estudiar Química y la otra Comunicación Audiovisual. Entre risas, dejan claro que solo una lleva un “amuleto”, en este caso, la medalla de la Virgen del Rocío; el resto, con aplomo, deja bien claro: “Yo confío en mi cabeza, nada más”.

La sensación de calma que transmitían los que se sentaron en el pupitre estaban en línea con la “versión oficial” que transmitía la UJA. El director de Secretariado de Acceso de la UJA, Antonio Damas, que, con la de ayer, lleva trece pruebas de acceso a sus espaldas, explicó que, de los matriculados, 3.415, solo siete alumnos se ausentaron. Además, en uno de los casos, la ausencia estaba plenamente justificada, porque, como precisó Damas, el padre de este alumno acudió a la sede donde se tenía que examinar, con un certificado médico de Urgencias, en el que quedaba claro que su hijo había sufrido una gastroenteritis la noche anterior, complicación que le impedía presentarse. “Todos somos humanos y, por fortuna, este tipo de situaciones están previstas”, reflexionó. La solución prevista en este caso consiste en presentarse al Tribunal de Incidencias para realizar las pruebas, probablemente, a partir de la próxima semana.

Las calificaciones de las nuevas Pruebas de Acceso y Admisión se conocerán a las nueve de la mañana, del 22 de junio. La Universidad de Jaén informará de la calificación, a través de un mensaje SMS a su teléfono móvil.