Lo ocurrido en el Hospital de Úbeda fue un caso “desgraciado y excepcional”

24 ene 2018 / 16:24 H.

La consejera de Salud, Marina Álvarez, ha defendido hoy en Comisión parlamentaria el trabajo que realizan diariamente los más de 6.000 profesionales que trabajan en las Urgencias de la sanidad pública andaluza y ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la población, asegurando que los 365 días al año y durante 24 horas se garantiza la asistencia sanitaria con la adecuada calidad y seguridad. Son más de 11,2 millones al año las que se registran en estos servicios, lo que representa que 30.700 pacientes dependan cada día de la “actuación, valoración y criterio” de estos equipos, según la titular de Salud, quien ha recordado que en 9 de cada 10 casos se resuelven sin necesidad de un ingreso hospitalario.

Álvarez ha insistido en que un caso “excepcional y desgraciado” como el ocurrido en el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda, y por el que ha comparecido en sede parlamentaria, no se debe ni a falta de profesionales, ni a caos, ni a falta de planificación y que en estos momentos se están revisando los protocolos existentes y hay una investigación abierta para evitar sucesos como el ocurrido.

La consejera ha trasladado públicamente sus condolencias a la familia de la mujer fallecida, a la vez que ha pedido disculpas y lamentado nuevamente lo ocurrido. Asimismo, ha señalado que la Administración sanitaria actuará desde el máximo rigor, la máxima transparencia y asumiendo las responsabilidades que pueda haber. Es por ello, que ha reprochado la “irresponsabilidad” de determinados partidos políticos que utilizan casos como éste para hacer “campaña política y atacar a un Gobierno, cuando lo que están haciendo es atacar y hacer daño al sistema sanitario público y a los profesionales que trabajan en las Urgencias y que desarrollan una extraordinaria labor cada día, pero muchas veces desconocida”.

La consejera ha recordado que fue el propio hospital el que dio parte al Juzgado de Guardia del incidente producido, dando lugar a una investigación judicial que, a día de hoy, permanece abierta. Paralelamente, se abrieron las investigaciones internas oportunas, tanto en el propio centro sanitario como en la residencia de Quesada en la que residía esta paciente. Para Álvarez, debe tenerse la “máxima cautela y prudencia” y no debe hablarse prematuramente de responsabilidades o de fallos.