Los chantajistas de un vecino de Pozo Alcón eluden la cárcel

Lo secuestraron, le obligaron a hacerse fotos comprometedoras y lo chantajearon. Eso es lo que hicieron un hombre, su madre y su esposa con un vecino de Pozo Alcón, al que le sacaron la nada despreciable cantidad de 5.000 euros con la extorsión. Ninguno de los autores de los hechos, de origen rumano, ingresará en prisión. Ilie V., Elena Diana J. y Lucía C. alcanzaron un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y con la acusación particular —ejercida por la víctima—. Fueron condenados a un total de tres años y medio de prisión por delitos de detención ilegal y amenazas condicionadas. Un castigo que podrán sustituir por 18 meses de trabajos en beneficio de la comunidad, tal y como especificó el tribunal. “El acuerdo ha sido realmente satisfactorio”, indicó Juan Escudero, el abogado de los tres procesados. “Nosotros no nos hemos opuesto a que se les suspenda la pena, porque lo que realmente busca mi cliente es que no se le puedan acercar porque les tiene mucho miedo”, sostuvo el letrado del perjudicado, Blas Ballesteros. La sentencia incluye una orden de alejamiento de diez años.

Los hechos ocurrieron en el mes de marzo del año 2013. El hombre fue abordado por las dos acusadas cuando circulaba con su coche por el pueblo. Lo amenazaron con un cuchillo y lo obligaron a conducir hasta un olivar a las afueras de Pozo Alcón. Allí, lo introdujeron por la fuerza en el asiento trasero del vehículo, junto a las más joven de las dos mujeres. En ese momento, apareció en escena Ilie V., que estaba concertado con su esposa y su madre. Le recriminó que estuviera con su mujer y les hizo una foto, junto a la chica. A continuación, comenzó la extorsión. Le pidieron 5.000 euros para no hacer pública la imagen y evitar que se enterase su familia de la supuesta infidelidad. Durante una semana, los tres acusados estuvieron amenazando a la víctima para que pagara. Finalmente, el 11 de marzo, les dio 5.000 euros. Sin embargo, el chantaje no cesó. Siguieron exigiéndole más dinero e, incluso, se personaron en su casa. Esa fue la gota que colmó el vaso. El hombre los denunció.

Ninguno de los tres acusados ingresará en prisión. Tampoco pagarán los 15.000 euros de indemnización que deben pagar a la víctima, ya que han sido declarados insolventes.