Los Juan Palomo del “oro verde”

Luis Cano Fuentes e Hijos permite a cosecheros obtener su propio aceite

10 dic 2018 / 16:41 H.

El sueño de ser Juan Palomo y cumplir su lema “Yo me lo guiso, yo me lo como” es lo que permite la almazara Luis Cano Fuentes e Hijos, de Ermita Nueva. El veterano establecimiento habilita una línea para que cosecheros tengan la opción de obtener su propio aceite de máxima calidad. En cuestión de dos horas, el agricultor, que llega con su aceituno se lleva su zumo ya envasado y todo.

Mercedes Cano Hidalgo, quien está al frente del negocio con su hermano Francisco, detalla que los únicos requisitos para participar en la iniciativa son pedir cita y aportar los datos del agricultor y la referencia de la parcela. Eso sí, existe una limitación, una ley antigua fija un límite máximo para el autoconsumo en treinta kilos de aceite por persona. No obstante, es posible que distintos miembros de una misma familia acudan con su fruto. El coste para el cliente es de catorce céntimos por kilo de aceituna, correspondiente a los gastos generados en la molienda. y Francisco Cano Hidalgo. El productor tiene ocasión de ver, hasta el mínimo detalle, en el proceso, que comienza con el depósito de las olivas en la tolva, su posterior limpieza y las operaciones para moler, batir, centrifugar y decantar. Por último obtienen unas garrafas con sus etiquetas.

La empresaria explica que esta diversificación de una almazara convencional deriva de la existencia de creciente demanda. Este tipo de negocios tiende a extenderse por toda la provincia. “Cada vez hay más gente que quiere consumir su aceite, igual que lo hace con el tomate criado en su huerta”, añade. En esta línea puntualiza que muchos cultivadores escogen el fruto de árboles con unos cuidados selectos, próximos a la agricultura ecológica. Por ejemplo, a menudo son árboles no tratados con cobre. También hay familias que primero obtienen un aceite verde y posteriormente vuelven, bien avanzada la campaña, para conseguir otro más maduro. Con frecuencia, los clientes recurren a variedades minoritarias, con la mentalidad de que se optimiza la calidad del líquido. Entre ellas se hallan el carrasqueño, el picudo, el chorreao, el lucio, el nevadillo, el negrillo o el verdial. Igualmente, el cosechero tiene en cuenta la orientación de la parcela, la fecha de recolección o el sistema de cultivo empleado en la finca.

El lema usado para la almazara para difundir el autoconsumo es “Tú lo trabajas, tú lo cosechas.... Tú lo produces”. Mercedes Cano resalta que se logra un zumo natural sin filtrar, la versión más auténtica del virgen extra, con todas sus cualidades organolépticas intactas y facilidad para distinguir los matices de color, olor y sabor que dan personalidad al “oro verde” de Alcalá la Real.

“Este tipo de aceite tan singular es casi imposible de obtener en una almazara industrial, fomentando la cultura del aceite de oliva. No hay mayor satisfacción que ver probar su propio aceite a aquellos agricultores que cuidan sus olivos como a uno más de sus hijos”, resume la empresaria ermiteña.

HISTORIA. El molino Luis Cano Fuentes e Hijos es una compañía familiar que se encuentra entre las más antiguas del sector oleícola que quedan en Alcalá. La apertura se produjo hace más de un siglo, concretamente en 1905. Los actuales responsables son la cuarta generación. En los últimos años, la almazara ha experimentado una considerable transformación, con la incorporación de la última tecnología. Por otro lado, con apoyo de Adsur abrió un centro de interpretación dedicado al olivar y el aceite de oliva que recibe numerosas visitas entre ellas las de grupos de escolares que se interesan por esta actividad económica.