Mancha Real podrá ver en 2018 legalizado su polígono

Fue, en la época de vacas gordas, la envidia empresarial de toda la provincia. Mancha Real florecía como uno de los centros neurálgicos de la industria jiennense y la cruel crisis no perdonó allí tampoco. Los empresarios que todavía luchan por salir adelante e intentar recuperar el esplendor —y el empleo, que es lo que se lo aporta— se encuentran con una traba que siempre existió pero hoy los ata de pies y manos: la legalización del suelo. La situación urbanística impide la regularización de las licencias municipales y, sin ellas, ni ayudas públicas, subvenciones, ni créditos, ni permisos de obras. El problema del polígono de Mancha Real —las zonas UE 14 y UE 15, en torno a la carretera y el desvío hacia Sierra Mágina— hunde sus raíces hace más de tres décadas, cuando empezó el “boom” y, desde hace unos quince años, los empresarios van de puerta en puerta de las administraciones para conseguir solucionarlo. Ahora, parece estar más cerca, con una fecha: 2018.

Si se sigue avanzando en el camino actual, dice María del Mar Dávila, la alcaldesa de Mancha Real, “a lo largo del próximo año” podría estar regularizada la situación. Detrás del trabajo que se realiza está la Asociación de Empresarios del polígono industrial de Mancha Real, un colectivo, como detalla su vicepresidente, Cristóbal Ulloa, que nació en el año 2002, cuando “un grupo de empresarios dijo de ponerse en marcha para terminar las instalaciones del polígono y ponerlo a funcionar”. Desde entonces, relata, han pasado “tres o cuatro corporaciones” sin que se haya conseguido nada. Pero, “en breve”, confían, “se podría arreglar todo”. En la actualidad, reúne en torno a 130 asociados.

El próximo paso es, defienden, “terminar las calles” del polígono. Como recuerda la alcaldesa, ya se hizo una primera fase y la segunda está “en vías de contratarse” para finalizar las dos que quedan. Ulloa destaca que, para que esta se inicie, hay que resolver varios asuntos administrativos, un desacuerdo de lindes entre comuneros y los problemas económicos. La financiación, de hecho, corre a cargo de los empresarios: “Ya se están aportando los últimos pagos”. Desbloqueados estos asuntos, se terminarán las obras y entrará en juego el Ayuntamiento. “Si las obras están ejecutadas para febrero, podremos empezar a trabajar para dar licencias”, dice la alcaldesa. Un proceso que, adelanta, debería ser más ágil. Pero, ¿bajo qué fórmula se realizará esta legalización? “Se utilizará la figura de complejos urbanísticos. La LOUA lo contempla así y se podrá hacer”, defiende la alcaldesa.

“Pero lo más inminente es que se acaben las obras y así iremos solventando problemas”, añade. “El polígono es el pulmón que tiene Mancha Real y cuando se legalice será el momento en el que se reducirá el paro”, resalta. Esta última es una idea que comparten todos los implicados: “La legalización es lo que nos interesa a todos; mientras que no tengamos la documentación definitiva, no hay subvenciones ni permisos de obra. Hay muchas empresas con ganas de ampliar, pero nos tienen entretenidos”, asegura el empresario.

“La situación del polígono supone un perjuicio para todo Mancha Real. Hay muchísimas naves vacías y cerradas, y sin posibilidad de abrirse desde la crisis. En los últimos meses, comprobamos que se mueve algo con el surgimiento de pequeños autónomos, pero que se instalan en el centro. Las empresas que siguen funcionando en el polígono no pueden hacer ninguna mejora ni acceder a ninguna subvención”, resalta Amalia Soria, presidenta de la Asociación de Empresarios de Mancha Real.