Más de 600 firmas exigen el traslado de una orujera

Plataforma en Arjonilla contra el humo y el mal olor de la industria

23 oct 2017 / 12:07 H.

Una plataforma cívica constituida en Arjonilla acaba de entregar en el registro del Ayuntamiento 601 firmas para reclamar el traslado fuera del casco urbano de una orujera. La iniciativa se emprendió para expresar el descontento contra las molestias, consistentes, principalmente, en humos y hedor.

Juan Carmona, uno de los impulsores de la plataforma, asegura que las instalaciones, ubicadas en las afueras, están “a menos de cincuenta metros” de casas habitadas. “A ello hay que añadir que, para extraer el aceite del orujo, se utiliza un compuesto químico llamado hexano, altamente explosivo y de gran peligrosidad”, manifiesta. Desde el colectivo se preguntan quién sería el responsable si hubiera una explosión, con posibles desgracias, si se produjera una deflagración.

Los integrantes de la entidad señalan que en un intento de parar “el sufrimiento de los vecinos de Arjonilla”, en el último mes se emprendió la recogida de apoyos ciudadanos para poner coto al problema. “El pueblo entero se ha solidarizado y espera que el alcalde tome las medidas que la Ley le atribuye, para que la orujera deje de funcionar a la mayor brevedad posible. No pedimos que se cierre la fábrica, sino que se lleven la orujera a otro lugar, donde indique Medio Ambiente, que no cree problemas a los habitantes de Arjonilla”, remarca Juan Carmona, quien confía en que la implicación de los vecinos surta efecto y sea tenida en cuenta por la Junta de Andalucía. eptiembre a las 12 de la mañana.

Según miembros de la plataforma arjonillera, la historia de las denuncias comenzó en mayo de 2010, cuando el Ayuntamiento, por entonces en manos del PSOE, con fecha 18 de mayo de 2010, comunicó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, la situación de la industria. “El 13 de diciembre de 2011 llegó el dictamen con las medidas cautelares de cierre de los secaderos y la extractora”, apunta el colectivo. En este sentido, se culpa al equipo de Gobierno del Partido Andalucista, en el poder desde junio de 2011, de no haber hecho nada por ejecutar la orden recibida de Medio Ambiente. Sin embargo, el alcalde, Miguel Ángel Carmona, desmiente categóricamente esta acusación.

La entidad asegura que tiene documentos sobre el recurso presentado por la empresa y denegado en 2014. “Desde entonces pasó a trabajar desde mayo-junio a hacerlo hasta noviembre-diciembre, lo que ocasiona un gran malestar en el pueblo, no solo por los olores, sino también por las alergias y enfermedades que los humos que esta fábrica manda al casco urbano las veinticuatro horas del día, especialmente en verano”, manifiesta un escrito de la plataforma. Al respecto, los vecinos manifiestan que el grado de hedor va en función de la procedencia del viento y de la presión atmosférica. De hecho, cuando el aire sopla hacia las casas o hay anticiclón las molestias crecen, según los vecinos.

Recientemente, la organización solicitó una entrevista con Miguel Ángel Carmona. El responsable municipal arjonillero está dispuesto a celebrar la reunión, cuya fecha aún no se ha concretado. Sin embargo, antes, cree necesario mantener contactos con la Delegación de Medio Ambiente para conocer las últimas novedades. El alcalde remarca que, hace unas semanas, los técnicos autonómicos determinaron la necesidad de implantar en la planta unos filtros de partículas, unos dispositivos que, según con el edil, resultan muy costosos.

El alcalde admite las molestias, pero valora el empleo de un negocio “legal”

Ante la irrupción de la plataforma, el alcalde se muestra sorprendido de su surgimiento y muestra su deseo de que no tenga un “trasfondo político” ni pretenda defender “intereses particulares”. Destaca que el colectivo no se ha dirigido al Ayuntamiento para conocer lo que ha hecho “con la Ley en la mano”. En esta línea, Miguel Ángel Carmona, subraya las múltiples reuniones con la Junta y la empresa desde que empezó a gobernar, pues el traslado aparece en su programa electoral. Por otro lado, admite el problema. “Soy el primero que no quiere que su pueblo huela. Hay días que no se puede abrir la ventana”, dice. No obstante, recalca que la orujera genera en torno a veinte empleos directos y que es un negocio “legal”, con una licencia municipal concedida hace tres décadas. Además, apunta que las emisiones acordes con la normativa. Miguel Ángel Carmona defiende un acuerdo a tres bandas para el traslado. En esta línea destaca que la empresa intentó en varias ocasiones trasladarse e incluso gastó dinero en la fallida operación. Sin embargo destaca que la Junta debe facilitar el proceso con la determinación de un lugar idóneo y favorecer con alguna de las líneas de ayudas existentes en la actualidad.