Operaciones quirúrgicas más eficaces con modelos en 3D

Las reconstrucciones permiten planificar y personalizar cada intervención

20 abr 2018 / 13:00 H.

Planificar y personalizar las intervenciones quirúrgicas que se realizan a los pacientes del Complejo Hospitalario de Jaén. Eso es lo que se consigue con el desarrollo, por parte de un grupo de ingenieros de la subdirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones del SAS en Jaén, junto especialistas de Cirugía Torácica, Traumatología, Otorrinolaringología, de biomodelos físicos en 3D.

Esta técnica, explicó la delegada de Salud, Teresa Vega, que estuvo acompañada por el director médico del Complejo Hospitalario de Jaén, Luis Carlos López, el responsable del equipo provincial TIC de Jaén, Carlos Ilia Herráiz, y profesionales sanitarios de las distintas especialidades médicas, ofrece un servicio de medicina personalizada y, a su vez, permite que el cirujano tenga una mayor certeza de la anatomía del paciente a tratar. “Esto suscita un aumento de la confianza del profesional especializado y repercute en una mayor seguridad del paciente, además de una mejor planificación de la operación”, manifestó Vega.

En esta línea, el cirujano torácico Sebastián Sevilla destacó que la aplicación de la impresión 3D ha supuesto un importante avance en cuanto al enfoque, la discusión de casos entre compañeros de la especialidad, la planificación quirúrgica y la comunicación de los profesionales con el paciente y sus familiares sobre la intervención. Eso sin olvidar la seguridad del usuario con la reducción de los tiempos en el quirófano o del riesgo de infección. Los biomodelos desarrollados son de venas, arterias, huesos y algunos órganos como riñones, laringes, bronquios y cráneos, venas y arterias. Estos últimos se emplean para intervenciones de cáncer de pulmón, ya que una de la mayores dificultades en esas operaciones es el sellado correcto de todos los vasos sanguíneos que riegan la zona a extirpar.

Por su parte, el responsable del equipo provincial TIC de Jaén apuntó a que, para llegar a estos modelos específicos, los ingenieros parten de una exploración radiológica, un TAC, realizado previamente al paciente. “A partir de aquí, los ingenieros trabajamos con los cirujanos y los radiólogos para analizar el área anatómica sobre la que se requiere el biomodelo”, dijo Herráiz. Los técnicos diseñan un primer prototipo digital, se verifica si se ajusta a los parámetros esperados por radiólogos y especialistas y, si es así, se realiza la impresión. También destacó el bajo coste de la técnica, con el empleo de impresora 3D de uso doméstico, materiales biodegradables y el uso de software libre. Hasta el momento, la técnica se ha empleado en cinco especialidades —Cirugía Torácica, Otorrinolaringología, Neurocirugía, Traumatología y Cirugía Pediátrica—, y a través de casi 40 intervenciones.