“Pesadilla” en Linarejos con pérdida de categoría

El Linares regresa a Tercera al caer ante el Burgos, que decide el partido con un tanto conseguido en el tiempo añadido por el exjiennense Álvaro Montero

29 may 2017 / 12:06 H.

Pocos objetivos más desagradables conoce el fútbol que evitar un descenso. Y pocas lágrimas hay más estremecedoras que las que caen cuando este objetivo se escapa entre los dedos. Nadie allá por el mes de enero podría pensar que el 28 de mayo el Linares Deportivo firmaría su acta de defunción en Segunda B. Ayer, tras el 0-0 cosechado en Burgos, el equipo pisó Linarejos con la obligación de ganar y no solo perdió, sino que mostró muchos de los síntomas que le han llevado a esta situación. Ferrando introdujo dos variantes en pos de buscar el triunfo. Sentó a Cuerva y a Casi por la dupla de Laras —Fran y Luis— y desde el inicio la jugada pareció salir bien, pues Fran firmó una primera media hora de gran jerarquía en medio campo, robando todo lo que pasaba cerca de sus botas, y Luis fue un quebradero de cabeza para su lateral, al que dribló en cada ocasión que tuvo. El Linares comenzó muy activo con y sin balón. La labor de Mario en la mediapunta fue crucial, pues basculó por todo el ancho del campo ofreciéndose al poseedor y generando superioridad numérica con relativa facilidad. Los mineros dominaban y culminaba sus ataques con acercamientos peligrosos. La más clara fue para Corpas en el 10’ que obligó a Aurreko aparecer por primera vez tras una gran jugada personal. Pero como ha venido sucediendo recientemente el rival solo necesitó un fallo local para ponerse por delante. De nuevo, a balón parado y con un despiste general, caería el 0-1 obra de Diego Suárez. Con el gol se volvió a ver la película que tanto se ha exhibido en el vetusto este curso. El Linares siguió dominando pero la falta de confianza comenzó a lastrarle. El cuadro de Ferrando pisaba tres cuartos pero no encontraba ningún último pase ni disparo que inquietara al meta. Solo Chus, como de costumbre, sacó petróleo y cerca estuvo de encontrar premio en el 44’, pero su disparo se marchó cerca del larguero. El partido se marchó al descanso con 0-1 pero con la afición linarense aún esperanzada pues a pesar de todo el empate siempre estuvo más cerca que el segundo tanto visitante. Ferrando movió ficha y dio entrada a Casi buscando mayor presencia arriba. Los centrales tuvieron que estar más atentos al tener dos marcas que atender y eso lo aprovechó Luis Lara para comenzar su recital. En dos minutos se comió a su marcador en dos ocasiones, pisó el área desde la banda y sus centros comenzaron a meter el miedo en el cuerpo de los castellanoleoneses. El Linares atacaba con la continuidad que le permitían las múltiples interrupciones visitantes. En el 71’, Gámiz entró por Rodri y el equipo buscó que el lojeño filtrara alguno de sus pases para abrir el partido. Y en uno de ellos Casi tuvo el empate. Joselu la puso al segundo palo y el delantero azulillo con todo a favor no pudo mandarla a las redes. Pero tanto fue el cántaro a la fuente que al final fue Chus el que igualó el choque en el 82’. En una acción de tremenda calidad se giró entre dos y puso la pelota junto a la escuadra. La grada se encendió y comenzó a llevar en volandas a los suyos en busca de una remontada que se quedó a medias. El equipo se volcó e intentó lo más difícil pero al final un nuevo fallo volvió a condenarle. En el 91’ una pérdida en salida de balón dio vía libre al Burgos para matar el partido. Montero culminó la contra y el partido llegó a su fin. El año echa el telón final de la peor forma posible. Tras coquetear con la parte alta, durante la mitad del año, la bofetada de realidad ha sido demoledora. Tocará volver a levantarse, como tantas veces ha hecho este equipo. Verano para reflexionar y analizar el porqué de lo ocurrido y devolver lo antes posible al club azulillo y a la afición al lugar que le corresponde en el fútbol.