Pistas sobre el responsable de las pintadas en la Catedral

La fachada gótica de la Catedral de Jaén amaneció pintada el 27 de diciembre pasado; al día siguiente, el Ayuntamiento borró la gamberrada, que consistió en mancillar los muros del templo con frases del tipo “Noe porrera” o “Putas promesas” escritas con grafiti. A finales de enero, después de una oleada de indignación y no pocas críticas a la “pasividad” ante el ataque al principal monumento de la capital, la Fiscalía abrió diligencias y, a estas alturas, la investigación está en manos del jefe de la Policía Judicial de la Comisaría Provincial, Francisco Fontecha, “en persona”, como explicaron fuentes del Cuerpo. La prioridad policial para localizar al autor del “atentado al patrimonio”, una vez que tuvieron denuncia formal de lo ocurrido, es máxima y hay avances. Las cámaras de seguridad de la Plaza de Santa María se perfilan como un elemento clave para encontrar al autor, tal y como apunta el vicario general de la Diócesis y deán de la seo jiennense, Francisco Juan Martínez Rojas, que está al tanto de las investigaciones, en su condición de representante de la Iglesia, titular del templo.

Hay sospechas de que el responsable de las pintadas en la Catedral tenga relación con otras aparecidas en el cercano Ayuntamiento de Jaén. El grafitero hizo de las suyas en la calle Valparaíso, el conocido como Callejón de la Mona, donde no hay videovigilancia, aunque este sistema sí está instalado unos metros más arriba, como por ejemplo, al comienzo de la Carrera de Jesús, en la esquina de la sede de la Administración local. Las grabaciones ya fueron revisadas por la Policía Local. Otra de las claves para encontrar a la persona que manchó un símbolo de los jiennenses es determinar si el trazo de sus pintadas se puede comparar con otro; es como analizar la caligrafía de una persona, algo que es único. “Una de las posibilidades que se plantea es que el autor también haya pintado en el Ayuntamiento”, explica el responsable del Obispado. Si se confirma este extremo, lo único que hará falta es poner rostro al “artista” que decidió usar las paredes del templo catedralicio para, con una gamberrada, hacer partícipes de sus reflexiones a los jiennenses.

Fue la fiscal de Medio Ambiente, Isabel Uceda, la que movió ficha para perseguir de oficio los hechos, al considerar que hay indicios de la comisión de un delito de daños contra el patrimonio histórico, castigado con importantes multas —de hasta 30.000 euros— y penas de prisión. De ahí que se reclamará a la Policía Nacional una investigación, lo que permitió a la Comisaría ponerse a trabajar. Cuando la Comisaría remita sus conclusiones al Ministerio Público, este dará traslado al juzgado correspondiente para que se instruyan diligencias contra aquellos que tengan que ver con lo ocurrido. Aunque llamativo, lo ocurrido en la Catedral no es un hecho aislado, más bien, todo lo contrario; los grafiteros campan a sus anchas por el casco histórico de Jaén. Estos actos vandálicos causan una pésima imagen y generan críticas de sectores como la hostelería y la restauración, que tratan de atraer clientes al reclamo de los monumentos que atesora la capital jiennense. Uno de los objetivos de la Fiscalía es dejar claro que este tipo de comportamientos no puede quedar impune por más tiempo; de ahí que, a raíz de este último ataque al patrimonio, se hayan establecido “contactos al más alto nivel” para buscar al responsable y adoptar soluciones.