Por la recuperación de Luis

Con tesón, fuerza, buena voluntad y grandes muestras de solidaridad es posible alcanzar resultados positivos y tremendamente satisfactorios. Esto es lo que ha ocurrido en el seno familiar del pequeño Luis, el niño linarense de dos años que nació con una dolencia de tipo neurológico que le impedía caminar y expresarse correctamente.

Después de someterse al correspondiente tratamiento médico, el niño ha evolucionado de forma más que favorable. Tanto es así, que ya puede mantenerse en pie por sí mismo, andar y hasta correr sin riesgo de tropezar, algo que era “impensable” meses atrás, según explica su tío, José Luis Flores. “Para nosotros es una alegría muy grande. Se ha dado un paso de gigante en la recuperación de Luis y solo tenemos palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que nos ayudaron y difundieron nuestra situación”, agregó Flores.

A raíz de conocerse la noticia de que la familia solicitaba la colaboración de la ciudadanía para ayudar a curar a Luis se produjeron muestras de solidaridad y apoyo con los más allegados al pequeño. Uno de los benefactores fue el abogado linarense Manuel García, que donó un montante de 6.000 euros con el que se pudo sufragar lo concerniente a visitas médicas, tratamiento y revisiones. Y es que el problema de salud de Luis tuvo que llevarse a través de la sanidad privada, pues de otra manera, según José Luis Flores, hubieran tenido que esperar años para poder ser intervenido.

“Aunque puede caminar, aún lo hace a su manera, ya que todavía no puede apoyar del todo los pies en el suelo. Nos falta todavía un pequeño empujón para poder costear la última operación que le tendrían que realizar en los gemelos”, asegura el tío de este bebé, cuyo rostro desprende la alegría y vitalidad de siempre.

Diario JAÉN se hizo eco de este caso a finales del pasado mes de marzo, cuando la familia de Luis emprendió la búsqueda de su curación en Sevilla, en una clínica especializada de carácter privado cuyos médicos les aseguraron hasta en un setenta por ciento la recuperación del menor. Una solución más que necesaria pero lejana de la capacidad económica del núcleo familiar, cuya situación es bastante complicada. De ahí que mostraran su disposición a solicitar cuanta ayuda fuera necesaria para hacer que el bebé pudiera recuperarse y, algún día, caminar sin ningún problema.

Esa anhelada meta está, por fin, cada vez más cercana, algo a lo que, además del dinero, también contribuyó la fortaleza del propio Luis, cuyo comportamiento se corresponden a un niño de su edad a pesar de las circunstancias. Su joven madre, María José, ahora sí desprende felicidad y entusiasmo por su hijo.