Retazos de una historia propia

La risa del último, segunda entrega de la trilogía urbana de Alfonso Fernández Malo

27 jun 2017 / 13:08 H.

La jubilación se presta mucho a ello, porque el reloj ya marca otro tiempo con sus cadencias y sus carencias. Pero no hay que llevarse a engaño, en personas como Alfonso Fernández Malo, a la hora de ponerse a escribir se olvida hasta de comer. Una catarsis en la que el goce que aporta el proceso creativo es superior al sufrimiento y, como de todo ello se alimenta el alma, siempre algo queda. La inspiración se cobra ese peaje y, con gusto, tampoco pica.

El abogado, escritor, expolítico y poeta no para. Si en 2011 culminó su trilogía rural De sol a sol; en 2014 completó la primera entrega, con Que llora mientras canta, de una trilogía urbana de la que, recientemente, publicó su segunda novela, La risa del último, y lleva, asegura, muy avanzada la que cerrará el ciclo. Entre tanto, tiene escrito un libro de poemas que piensa publicar el próximo otoño, que es cuando suelen salir los fascículos coleccionables y las novedades editoriales.

“En esta novela hay tres historias conectadas. Las dos fundamentales la protagonizan una familia de derechas, falangista y una familia de izquierdas, socialista. Se les presenta un problema y lo afrontan. La otra es del niño, de nueve años, que llega a la ciudad porque su padre acaba de salir de la cárcel y empieza a modificar su mundo rural”, avanza el autor.

En medio de esas historias hay otra, a la que Alfonso Fernández Malo denomina El Jinete, basada en unos hechos reales ocurridos en los años sesenta. “En Sevilla sabe todo el mundo quién es El Jinete, pero no he querido poner su nombre. Es la historia de un famoso jinete que tuvo amoríos con la hija de un militar. Cuando el uniformado descubrió el pastel metió tres meses en la cárcel a El Jinete”. Esta historia también es reflejo de una época: “Lo que ocurrió pone de manifiesto el poder que el Ejército tenía en la sociedad española en ese momento, durante la dictadura. El estamento militar era el que realmente mandaba”, aclara el escritor. Alfonso Fernández Malo comenta que todas sus novelas tienen un trasfondo político. “En todas ellas hay una vida política y, además, muy dura, de los vencedores y los perdedores. No podemos obviar la postguerra. Se puede escribir sobre la manteca colorá, pero los que tenemos otro tipo de sentimientos escribimos sobre lo que hemos vivido y lo que nos ha dolido y nos duele”. Además de las connotaciones autobiográficas, en la novela hay dos personajes, estudiantes, uno de la familia de derechas y otro de la de izquierdas. Ambos se identifican y coinciden en la lucha contra el franquismo. Trabajan juntos y los detienen juntos. Con ello, el autor sugiere la superación, en la siguiente generación, de la rivalidad terrible que se generó con la Guerra Civil española.

Por otro lado, respecto a su producción poética, Fernández Malo anuncia que ya tiene un poemario preparado para publicar. Lo titula El libro de las preguntas. También de su tercera novela, la que cerrará la trilogía, manifiesta que tiene una dificultad añadida, porque se adentra en el cenagoso mundo de la transición y sortearlo con éxito requiere un plus de habilidad torera.

Alfonso Fernández Malo subraya que él siempre ha vivido de su trabajo de abogado en ejercicio y escribía en los ratos libres. Ahora, vive sin problemas de su jubilación, pero dispone, como se suele decir, de todo el tiempo del mundo y lo dedica a escribir.