“San Antón tiene su sustrato en una sociedad agrícola”

Brillante pregón de Francisco Jiménez de la fiesta del fuego en el Darymelia

12 ene 2018 / 10:43 H.

El cofrade e investigador de las tradiciones jiennenses, Francisco Jiménez, un enamorado de Jaén, como dijo hasta la saciedad, fue el encargado, de pregonar las fiestas de San Antón, en el segundo año que se organiza este acto. Un pórtico a unas celebraciones que tendrán uno de sus momentos más importantes este fin de semana, con las tradicionales lumbres por los barrios y la carrera nocturna, en la que se esperan unos 10.000 corredores. El día 16 de enero, consagrado al protector de los animales, arderá la “hoguera oficial” en la lonja de la parroquia de El Salvador. “La festividad de San Antón tiene su sustrato festivo en una sociedad eminentemente agrícola y ganadera. En un Jaén subsistente afanado en la cría de rebaños de ovejas, vacas y caprino, una ínfima industria lanar. En un Jaén dedicado a la producción de trigo, cebadas, vides y olivar”, dijo Jiménez, que fue presentado por la concejal de Cultura, Isabel Azañón. A ella le agradeció el hecho de poder estar en el escenario para anunciar una de las tradiciones más singulares de su ciudad. “Incardinado en pleno calendario de invierno, el Jaén de antaño desde siempre comenzaba las faenas de recogida de aceituna el día de la Concebida, donde se estrenaban capas y capotes de paño, se engrasaban polainas y ajedrezados de bestias, se engranaban las poleas de los molinos de aceite, las mujeres estrenaban densos chales de gruesa lana y se repasaban los bajos de la canícula desgastada”, recordó el pregonero, en un poético repaso por este rito, vinculado al fuego.

“Ahora que parece ser que nos hemos convertido en el centro íbero internacional, nuestro Museo Provincial guarda el que posiblemente sea el más primitivo documento gráfico de los bailes rituales de corro, un exquisito relieve en piedra procedente de La Guardia que representa a cuatro hombres y tres mujeres cogidos de la mano danzando. Ojalá ocupe un sitio privilegiado entre sus vitrinas”, dejó claro. “Cae la fría noche a la hora de las vísperas que anuncian al santo buñolero.... desde la Alcantarilla, el Arrabalejo, San Juan, La Magdalena, el Campillejo de Cambil, la calle Los Romeros desde la Merced, la Plazoleta del Conde..... altas lenguas de fuego, sobresalen por encima de los tejados, las fachadas blanqueaban impresionantes sus blancuras, los cristales de las ventanas como espejos de un cuento incandescentes sin poder contenerse saltaban hechos añicos al calor de las lumbres”, describió Jiménez, que lanzó guiños al público como: “En Jaén, tenemos la Navidad más larga del mundo, porque hasta San Antón Pascuas son”. Jiménez, muy aplaudido, hizo vibrar al patio de butacas con reflexiones como “esta fiesta que se abre a nuestros corazones y se abre al mundo, sí al mundo por la internacionalidad de sus visitantes, por el espíritu acogedor y amable de nuestras gentes, por el espíritu festivo de nuestros barrios a pesar de las adversidades y penurias”.