“Se insinuó, pero no la toqué”, alega un acusado de violación

La mujer ratifica que su vecino la abordó y la obligó a hacerle una felación

13 dic 2017 / 08:49 H.

No he hecho absolutamente nada de nada”. Esas fueron las últimas palabras que Juan D. O. pronuncia ante el tribunal que debe decidir si agredió sexualmente a su vecina en Siles. “Ella se insinuó, me metió la mano en la bragueta y empezó a tocarme. Pero yo no hice nada y me marché de allí”, aseguró el procesado para explicar su versión de lo que pasó en casa de la denunciante aquel 20 de septiembre de 2015. “Me sentí agredido”, llegó a remarcar.

La víctima, que declaró por videoconferencia, ofreció un relato completamente distinto al del acusado. Básicamente, ratificó lo que ya había dicho durante la instrucción de la causa: “Él vino a mi casa para ofrecer trabajo a mi pareja. Mi hijo le abrió la puerta. Se fue hasta la cocina, donde yo estaba. Se aprovechó de mí”, dijo con la voz entrecortada. Después, explicó que Juan D. O. la cogió con fuerza por los hombros y la obligó a realizarle una felación: “Me quedé como bloqueada. No quería que mi hijo se enterara de nada. Sentí mucho asco”, agregó. La mujer aclaró que fue su pareja el que la animó a denunciar: “Yo no quería, porque no deseaba verme como estoy ahora ni pasar por esto”, concluyó.

Cuando la Guardia Civil la llevaba al hospital para el pertinente reconocimiento médico, se produjeron dos llamadas en presencia de los agentes que pudieron escuchar por el manos libres. Los funcionarios revelaron el contenido de esas conversaciones en el juicio. Explicaron que el procesado llamó a la mujer para pedirle perdón por el “calentón” que había sufrido y para decirle que no se volvería a repetir.

Por ello, la Fiscalía mantuvo su petición de condena de 9 años de cárcel para Juan D. O. y 7 años más de alejamiento de la víctima. Puso de manifiesto las contradicciones del acusado, que hasta ahora siempre había negado que pasara nada con su vecina. Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución. Entre otros argumentos, la abogada esgrimió uno de tipo médico: presentó un informe que dice que su cliente tiene un problema de salud que le impide tener erecciones y eyacular. El tribunal lo aceptó como prueba y el juicio quedó visto para sentencia por parte de la Sección Segunda de la Audiencia.