Solicitud para hacer de las lumbres de San Antón un Bien de Interés Cultural

La petición se basa en que es “posiblemente una de las celebraciones festivas más valoradas en la ciudad de Jaén”

17 mar 2016 / 19:37 H.

La asociación “Iniciativas, andamios para las ideas”, ha registrado en la Delegación de Cultura, junto a miembros de “Acción Conjunta por el Patrimonio de Jaén”, la petición de incoación de expediente para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la actividad de Interés Etnológico conocida como las lumbres de San Antón. Las dos asociaciones basan su petición en el hecho de que es “posiblemente una de las celebraciones festivas más valoradas en la ciudad de Jaén”, adquiriendo “una especial significación, relevancia y singularidad”. En el escrito de solicitud se recogen las peculiaridades patrimoniales que presenta la ciudad de Jaén, frente al resto de celebraciones análogas existentes en la provincia y en la comunidad andaluza.

Una de estas peculiaridades radica en su dimensión histórica, ya que la devoción a San Antón “tiene una larga tradición en Jaén, que podría remontarse a la conquista cristiana de la ciudad en 1246 por las tropas de Fernando III”. Un siglo después, según se desprende de los estatutos de 1368 de la Catedral, se habla de cómo la celebración de San Antón debe realizarse con la mayor solemnidad, por lo que se deriva que en esta época la fiesta se encuentra totalmente instituida en la ciudad. Tanto en el siglo XIV cómo en el XV existe documentación escrita, donde queda constancia de su importancia en Jaén.

Por otro lado, dice el escrito, las lumbres de San Antón “destacan por su capacidad integradora y de cohesión social en la ciudad”, ya que “canaliza y refuerza la sociabilidad” y propicia “la participación masiva” de sus habitantes. Pero sobre todo, las lumbres de San Antón se distinguen por su “dimensión simbólica”, ya que posee “una extraordinaria capacidad para la vehiculación de las identificaciones colectivas”. En este punto, hace hincapié en que “sus valores culturales expresan no solo el arraigo de una tradición, sino su carácter vivo”. Las lumbres de San Antón que se celebran en la noche del 16 al 17 de enero da nombre a una fiesta popular de gran arraigo en la ciudad, perteneciente al ciclo de invierno.

La fiesta logra concentrar a los vecinos y las vecinas de los distintos barrios junto a enormes lumbres en los espacios públicos y despejados de la ciudad donde se queman enseres viejos y los restos de la poda del olivar.