Tala de pinos en El Neveral

Malestar por una intervención que la Junta ve claramente necesaria

20 abr 2016 / 13:46 H.

Pocas cosas son tan impopulares como cortar un árbol. Por eso, los excursionistas, senderistas, corredores o jiennenses que acuden al Neveral para dar un paseo vuelven con las manos en la cabeza. Hacen fotos, se quejan en redes sociales y se lamentan de que, en estos días, haya “motosierras enfurecidas” talando cientos de pinos. Y llevan toda la razón. Dos empresas forestales trabajan desde el otoño en tres parcelas de El Neveral. Cortan pinos con décadas de antigüedad y cargan sus maderas rumbo a las serrerías. Se trabaja en 81 hectáreas de monte con un volumen que supera las 2.500 toneladas. Por eso, los que acuden al Neveral ven imágenes que parecen “apocalípticas” y que pocos comparten. Duele que se corte un pino, por lo que ver cómo yacen cientos de ellos resulta insoportable para muchos jiennenses.

Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente indica que se trata de una intervención necesaria que forma parte de un plan de mantenimiento y limpieza del monte que resulta totalmente necesario. “Cuando entré de delegado hicimos una visita y vimos que allí no había ni pájaros. La densidad de pinos es tan grande que no entra el sol, por lo que se rompe el ecosistema y se pierde el monte. Y qué decir si, por desgracia, hubiera un incendio. Estamos ante una intervención necesaria y avalada por informes técnicos”, explica el delegado de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega.

Los estudios dicen que hace falta cortar pinos para que el ecosistema se regenere. Además, la Junta añade que son pinos de repoblación. Los informes señalan que la manera en la que se han colocado indican que se pusieron para regenerar el monte después de un siniestro, como un incendio. “Se ponen muchos para ver los que agarran. En este caso, después, no se fueron saneando, sino que se quedaron allí. Por eso, ahora existe una gran densidad sobre la que se tiene que intervenir”, añade Juan Eugenio Ortega, que defiende la labor de los técnicos y de las empresas que realizan la tala en base a los informes.

limpieza por madera. Una empresa de Alcalá la Real y otra de la capital jiennense se encargan de estas labores. La Delegación Provincial de Medio Ambiente explica que se trata de una labor que resulta totalmente gratuita para las arcas públicas. “Limpian el monte en base al plan técnico a cambio de la madera de los árboles”, dice Juan Eugenio Ortega. No obstante, sí que queda una cantidad de dinero que servirá para la construcción de tres senderos.

El Neveral es un monte del Ayuntamiento de Jaén. Existe un convenio —firmado en 1993— por el que se crea un consorcio para su conservación y se cede su mantenimiento a la Consejería de Medio Ambiente. Los expertos indican que la repoblación se produjo en los años sesenta, por lo que sus árboles ya tienen un porte que han hecho que se fracture el ecosistema. Sin embargo, a muchas personas no les gusta nada ver morir a cientos de pinos con más edad que la mayoría de los jiennenses que viven en esta provincia. De ahí el malestar mientras que las motosierras y los operarios continúan con su labor para limpiar la zona y mejorar el ecosistema.

Se harán tres senderos con el dinero de la madera
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La intervención acabará a finales de este mismo mes. El delegado de Medio Ambiente, Juan Eugenio Ortega, explica que el proyecto contempla, además del clareo de tres rodales —parcelas— de monte, la construcción de tres senderos para disfrutar de El Neveral. Se harán en las zonas donde se han “limpiado” los pinos. Las empresas cortan y limpian el monte a cambio de la madera y, también, correrán con los gastos de señalización de estos tres circuitos.

“Hemos contactado con organizaciones, como Vida al Ciclista, que nos han dado su opinión. Haremos un sendero para las personas que quieran recorrerlo a pie, otro para corredores y un tercero para que circulen en bicicletas, indica el delegado. No obstante, para algunos no supone un argumento que sustituya el bosque que ha “desaparecido”. Pese a que los informes técnicos digan que allí resulta más complicado la presencia de fauna y del propio ecosistema, un pino tira mucho y más aún si son de un porte realmente espectacular, como los que existen en El Neveral. Por eso, duele ver sus maderas apiladas en el suelo o en camiones rumbo a la serrería.