Temporeros en la calle, con plazas libres en el albergue

Cáritas Interparroquial calcula que hay unas cuarenta personas que duermen en cajeros o bancos

07 dic 2018 / 12:16 H.

Cáritas Interparroquial coordina, al igual que años atrás y desde hace prácticamente cinco semanas, un dispositivo que se dedica a atender a las personas que duermen en la calle. Este grupo de voluntarios tiene más trabajo en la época de la campaña de la recolección de la aceituna, cuando muchos temporeros acuden a la capital en busca de un tajo y, mientras lo logran, se encuentran sin un techo en el que dormir. Precisamente, para atender esta demanda, la provincia tiene un recurso único, una red de albergues en los que pasar la noche hasta que se encuentra una cuadrilla o marcharse, cuando es imposible. “En la capital se está creando un problema donde no lo hay”, aclaran fuentes del dispositivo que recorre las calles para ofrecer mantas, café, caldo y galletas a los que se acuestan en el suelo de cajeros, en bancos o portales, unas personas que, como lamentan, se ven así, a pesar de que existe un lugar en el que atenderlos.

Las complicaciones surgen, tal y como apuntan, por no flexibilizar el Ayuntamiento el tiempo de estancia en el albergue más allá de las tres jornadas que se establecen como norma y también al endurecer los requisitos para el acceso a este dormitorio ya que se exige el pasaporte o permiso de residencia. Ello implica que exista una media de 40 personas que pernoctan en cualquier sitio cada día y, eso, a pesar que se el recurso municipal, que abrió el pasado 23 de noviembre, tiene plazas libres. En las últimas conversaciones entre Cáritas Interparroquial y la Administración local se planteó la posibilidad de que, a partir de las once de la noche, si no están llenas todas las camas, los que estén sin techo se refugien allí. “El compromiso es que los que contaran con papeles y fueran acompañados por un Policía, que detectara que se trata de una situación de necesidad, tendrían plaza, pero no es así. Lo primero es la persona, más allá de consideraciones de otro tipo”, reflexionan en este grupo, en el que están integrados Maristas, las parroquias de San Juan Bosco y San Pedro Pascual, el Proyecto Rajab de las Teresianas, cofradías, Poblado Mundo y también jóvenes universitarios.

El hecho de que haya un conjunto de personas que pasan los días en la capital, mientras logran un trabajo o la posibilidad de trasladarse fuera de la provincia, se nota también en la actividad de una de las dependencias de Cáritas Diocesana, como es el Centro de Día Santa Clara que, en noviembre, sirvió más desayunos, almuerzos y cenas que nunca. A lo largo del mes, fueron 2.007 desayunos, con un pico de 110 en una sola jornada, y 1.261 cenas, con 85 cenas la noche de mayor afluencia. A ello hay que sumar las repeticiones. En Santa Clara aquellos que no tengan otro sitio donde hacerlo, pueden lavar la ropa o asearse, además de tomar un tentempié.