Toros, fe y diversión en un día

El municipio sigue con una especial tradición para todos sus habitantes

16 ago 2018 / 12:37 H.

La fecha más señalada durante este verano en el municipio de Siles ha llegado. Hoy todo gira en torno a la figura de su patrón, San Roque. A las 11:00 horas comienza una misa en su honor y, posteriormente, una procesión hasta la ermita acompañado de la banda de música de Arroyo del Ojanco. No será hasta las 13:00 del mediodía cuando uno de los puntos más tradicionales de las fiestas podrá degustarse. Se trata de la carne de la caldera de San Roque, que se reparte de forma tradicional entre todos los vecinos del municipio desde hace muchas generaciones.

Y es que estas fiestas cuentan con mucho seguimiento dentro y fuera de la provincia, ya que en los días anteriores la plaza de toros del municipio era la protagonista principal con varios encierros por día de novillos y reses bravas que atraen a todo tipo de público y hacen que la plaza esté a rebosar.

Por la tarde, habrá un especial dedicado a la tauromaquia con una clase magistral a cargo de la Escuela Taurina de Jaén, con cuatro novillos, uno para el novillero Máxime Solera, y tres para los novilleros, Arturo Gilio, J.C. El Nete y Jesús Llobregat, alumnos de escuelas taurinas. Después de esta clase, habrá una tertulia taurina que tendrá lugar en el salón de actos del Sequero.

Para finalizar estas fiestas tan importantes las orquestas Brisa y Trébol amenizarán la noche con una verbena popular. Estas actuaciones servirán para cerrar unos festejos muy seguidos tanto por los Sileños que viven allí, los que van expresamente para las fiestas y los foráneos que se acercan a vivir estos días tan singulares.

“Llevo más de 50 años formando parte de la cocción”

El Caldero de San Roque es una de las actividades más importantes dentro de los festejos del municipio de Siles. Como cada año, desde aproximadamente 1860 tal y como apunta su alcalde, Francisco Javier Bermúdez, este caldero prepara la carne de una vaca que posteriormente se ofrece a todos los habitantes y visitantes del municipio.

Durante aquellos años los sileños vivían una etapa de extrema pobreza y hambruna. Por este motivo, decidieron sacrificar y cocer una vaca durante toda una noche en honor a San Roque, para al día siguiente ofrecerla a las personas que estuviesen más necesitadas en el municipio. Esto se convirtió en una tradición que continúa hoy día.

Antonio Ruiz es uno de los cocineros de esta importante tradición desde hace ya muchos años.“Llevo ya más de 50 años formando parte de esto. De la preparación y la cocción de la carne de las vacas. Para la preparación hay que trabajar bien las carnes, quitando los huesos y las partes que no sirven. Eso nos lleva toda la tarde y ya por la noche empieza la cocción.”, afirma Antonio Ruiz nada más terminar la laboriosa preparación de este caldero.

Durante toda esa noche el caldero está cociendo la carne de la vaca y termina la cocción al día siguiente, una vez San Roque llega desde la iglesia hasta la ermita.

Una vez termina esto, el cura bendice la carne y los panes para que nada más terminar, la carne se pueda degustar durante todo ese día por parte de los vecinos del municipio.

Sin embargo, Antonio Ruiz no está solo durante esa noche, ya que otros 4 compañeros ayudan a que el caldero salga adelante y pueda ser degustado por todo el mundo.

“La preparación y cocción del caldero ha cambiado en el sentido de que antes se hacía de una manera más artesanal, pero mantenemos la tradición”, afirma Ruiz.

Además, antiguamente se guardaban hebras de la carne porque podían sanar y curar enfermedades como la fiebre.