Torreblascopedro exige poder destinar superávit a inversiones

El Ayuntamiento cierra 2016 con un remanente de casi 400.000 mil euros

08 mar 2017 / 12:53 H.

Pese a ser uno de los pocos ayuntamientos jiennenses que pueden presumir de tener sus cuentas saneadas, Torreblascopedro no puede hacer uso de su superávit, porque la llamada “regla del gasto” lo impide. Por eso, el alcalde del municipio, Juan María Ruiz, exige independencia a las administraciones locales para que puedan invertir el superávit en mejoras y que no compute en el techo de gasto impuesto por el Gobierno.

Ha hecho todos sus deberes, porque las cuentas en positivo no siempre han estado presentes en las arcas municipales de Torreblascopedro. Ni mucho menos. El equipo de Gobierno puede sacar pecho de haber realizado una buena gestión. Y es que, como indica el regidor, cuando llegaron al Ayuntamiento, en 2004, la Administración local contaba con una deuda superior a 1,3 millones de euros. “Nos encontramos con un caos absoluto. Llevaban once años sin cerrar presupuesto alguno y tuvimos que contratar a una empresa externa para poner las cuentas al día. Incluso nos llegaron a cortar la luz por impagos. Fue una auténtica odisea”, relata y añade: “Lo que hicimos fue ponernos a trabajar y poner todos nuestros esfuerzos en normalizar la situación para intentar recuperar lo que era nuestro Ayuntamiento y empezamos a pagar deuda a proveedores”.

Según indica Juan María Ruiz, fue hace tres años cuando el Ayuntamiento de Torreblascopedro superó todos los “escollos” y comenzó a tener superávit. “El primer año fue algo más de cinco mil euros, en 2015, ya alcanzamos 182.816 euros y, finalmente, en 2016, casi 400.000 mil euros”, explica. ¿Cómo se consigue darle la vuelta a las cuentas? Señala que con mucho trabajo, un buen equipo y con los esfuerzos centrados en crear empleo en el municipio. “Todas las construcciones que hemos realizado en el municipio han sido llevadas a cabo por gente del pueblo, de Torreblascopedro y Campillo del Río, y así se quedaba toda la riqueza aquí”, argumenta el alcalde. Actualmente, el Ayuntamiento también cuenta con un plan de pago a proveedores establecido en un mes. “Antes, hasta los juguetes de Navidad los teníamos que comprar, porque nadie nos quería fiar nada”, apostilla, a modo anecdótico, Juan María Ruiz.

Pese a las cuentas, el alcalde critica la falta de independencia de los ayuntamientos a la hora de determinar las inversiones. “Somos los alcaldes los conocedores de las necesidades de nuestros pueblos y, sin embargo no solo no nos dejan invertir, sino que nos tienen que decir en que podemos gastarlo. Es algo totalmente incomprensible. Al ritmo que vamos ya mismo tenemos un millón de euros en las arcas municipales y mientras tanto vemos pasar necesidades entre nuestros vecinos. Por eso, los alcaldes de una vez por todas tenemos que unirnos y decir basta”, exige. No descarta movilizarse junto con otros regidores de la provincia como Lupión o Canena que se encuentran en la misma situación que el suyo.

Toda la polémica viene generada por la regla de gasto impuesta por el Gobierno central, que fija que ninguna administración puede gastar más allá de crecimiento de la economía española a medio plazo. La aplicación estricta de esta regla impide a los Ayuntamientos saneados, como el de Torreblascopedro, elevar su gasto por encima de esa cifra. En total, y respecto a 2016, se prevé que el superávit de la Administración local en toda España ronde los 4.500 millones de euros, un montante que no pueden utilizar porque, están obligados por ley a cancelar deuda o a depositar el dinero en sus cuentas bancarias, sin poder invertirlo en el bienestar y en mejorar la calidad de vida, el empleo y todas y cada una de las necesidades que existen en los municipios, reclaman.