Tres enclaves jiennenses son ya Lugares de Memoria

Una vieja cárcel, un convento y un campo de concentración

19 jul 2017 / 11:56 H.

Son edificios y sitios que escribieron su página en la historia de Andalucía del siglo XX, tales como fosas comunes, cementerios, refugios antiaéreos, cárceles, campos de concentración o el sitio donde fue asesinado de un tiro en Málaga, con 19 años, Manuel José García Caparrós, en una manifestación por la autonomía. La Junta de Andalucía concluyó la fase de valoración para la declaración de 14 nuevos Lugares de Memoria Democrática en seis provincias andaluzas, de acuerdo con el decreto 264/2011 y la Ley 2/2017 de Memoria Histórica y Democrática, que instaura esta figura para situar los espacios emblemáticos vinculados al golpe militar de julio de 1936, la Guerra Civil y la Dictadura, así como servir de recuerdo y homenaje a las víctimas de la represión franquista. En la provincia de Jaén esos lugares son: el convento de Santa Úrsula en la capital; el campo de concentración de Santiago e Higuera de Calatrava y la cárcel vieja de Úbeda.

En el resto de Andalucía estos enclaves son: la fortificación del Estrecho de Gibraltar y la fosa común del cementerio de San Roque en Puerto Real, en Cádiz; la Plaza de la Constitución y el cementerio de Baena y el refugio antiaéreo de la Plaza de España de Villanueva de Córdoba, en Córdoba; la colonia de Víznar, en Granada; la esquina junto a la Alameda donde asesinaron a Manuel José García Caparrós y el Palacio de la Aduana, en Málaga, y la Jefatura Superior de Policía y la sede de la Capitanía General de la Gavidia, así como el lugar donde Francisco Rodríguez Ledesma fue herido de muerte, en Sevilla.

Estos 14 nuevos Lugares de Memoria Democrática se sumarán a los 50 que ya se reconocieron entre 2011 y 2013. Precisamente, dos espacios vinculados a la figura de Blas Infante fueron los primeros en ser catalogados por parte de la Junta de Andalucía. Se trata de su residencia en Coria del Río (Sevilla), conocida como “Casa de la Alegría”, y el lugar en el que fue fusilado, también en Sevilla. La propuesta de estos nuevos espacios como Lugares de Memoria, según informa la Oficina del Portavoz del Gobierno andaluz en una nota, es el resultado del análisis y valoración de un grupo de trabajo compuesto por expertos de acreditada solvencia en la investigación vinculada a la memoria y con un amplio bagaje en ámbito memorialista.

La declaración, que corresponde al Consejo de Gobierno, conlleva un informe exhaustivo con documentación sobre cada uno de los enclaves, su evolución histórica y la narración de los hechos que motivan su reconocimiento con los datos sobre las personas e instituciones que se vieron involucradas. Esta fase es la que ahora concluye para poder iniciar la tramitación del decreto.

Cárcel vieja. La cárcel vieja de Úbeda fue construida en 1927. Esta prisión representa uno de los más notables ejemplos de la arquitectura historicista de la provincia de Jaén. Es uno de los principales espacios de la represión franquista en este municipio, donde se aplicó la tortura para obtener confesiones. Desde allí los presos partían, primero hacia el Salón de Plenos, para ser sometidos a juicios sumarísimos. Los condenados a pena de muerte eran asesinados en tapia del cementerio. De este edificio solo se conserva la fachada, el resto fue demolido a finales de octubre de 2014. Tras su función como cárcel acogió al parque de Bomberos, hasta que este fue trasladado al Parque Norte.

Fueron muchas las acciones de protesta protagonizadas por particulares y colectivos ubetenses para mostrar su rechazo a este derribo, con numerosas lecturas de manifiestos y concentraciones a las puertas de la cárcel. De hecho, en las redes sociales también fueron muchos los mensajes que se sucedieron en contra de la demolición. La última pancarta decía: “Destruyen nuestro patrimonio. Entierran parte de la Historia de Úbeda. Adiós vieja cárcel”. Otro edificio que es ya Lugar de Memoria Democrática es el convento de Santa Úrsula de Jaén. Fue utilizado como cárcel después de la guerra civil, con un hacinamiento brutal de más de 4.000 presos en 1941 en un espacio que, según los informes, estaba habilitado para 80.

El tercer nombramiento, el campo de concentración de Santiago e Higuera de Calatrava, que fue creado nada más finalizar la guerra civil entre estos dos pequeños municipios jiennenses, estuvo integrado por dos campos. El primero llegó a albergar a más de 10.000 presos republicanos y el segundo contaba con 4.800 en 1939.

Lugares de muerte y nefasto recuerdo

Todos estos lugares fueron convidados de piedra durante la represión. En la fortificación del Estrecho de Gibraltar trabajaron unos 30.000 presos, entre 1939 y 1945. La fosa del cementerio de San Roque de Puerto Real efueron exhumados más de 180 cuerpos. En la Plaza de la Constitución de Baena, del 28 al 30 de julio de 1936 fueron asesinadas más de 300 personas.

En el cementerio de Baena, el 28 de julio de 1936 se produjo un verdadero genocidio y los fusilamientos siguieron en la posguerra. El refugio antiaéreo de Villanueva de Córdoba simboliza la lucha y resistencia de la población. En Granada, La Colonia de Víznar fue un referente de las políticas sociales de la Diputación de Granada, como sede de colonias infantiles. También fue la última morada de muchos granadinos asesinados entre 1936 y 1939 en el entorno de la carretera de Víznar-Alfacar, donde se le dio muerte a Federico García Lorca.

En Málaga, un lugar de especial significación para la autonomía andaluza, recuerda a Manuel José García Caparrós, Hijo Predilecto de Andalucía en 2013, que murió a los 19 años por el disparo de un policía en la manifestación del 4 de diciembre de 1977. También el Palacio de la Aduanal fue uno de los principales espacios de la represión franquista. En Sevilla, la Jefatura Superior de Policía de la Gavidia fue lugar de represión, al igual que la sede de la Capitanía General de la Gavidia, desde donde Queipo de Llano dirigió el golpe de Estado en Andalucía.