Un juez investiga si un menor fue violado en la Estación

Hay un detenido, que fue enviado a prisión y excarcelado después

05 dic 2017 / 08:46 H.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén mantiene abierta una investigación sobre la denuncia presentada por la familia de un adolescente que asegura que fue víctima de una agresión sexual en los aseos de la Estación de Autobuses de la capital. La Policía detuvo a un hombre como presunto autor de los hechos. El arrestado fue enviado a prisión preventiva, aunque el juez lo puso en libertad cuatro días después, al revisar los vídeos de seguridad y comprobar que había varias inconsistencias y contradicciones en el relato que efectuó el menor de edad. Las fuentes consultadas explican que el caso parece estar abocado al archivo de las actuaciones.

La rocambolesca historia se produjo el pasado 20 de noviembre, cuando la madre del joven, que tiene 16 años, se personó en las dependencias de la Comisaría. Denunció que un hombre, de rasgos árabes, había abordado a su hijo esa misma mañana en la calle Navas de Tolosa y lo había obligado por la fuerza a acompañarlo hasta el interior de la cercana Estación de Autobuses de la capital. Una vez en el interior, el adolescente relató que lo llevó a los aseos públicos y en uno de los baños le exigió que le realizara una felación. El joven dijo a los policías que le tomaron declaración que lo hizo porque tenía miedo por las amenazas que le profirió el supuesto agresor.

Ese mismo día, varios agentes acudieron a la estación. Con la descripción aportada por los denunciantes, identificaron a un varón que encajaba perfectamente en el perfil. Se trataba de un hombre de unos treinta años, de nacionalidad marroquí. Fue detenido como presunto autor de un delito de agresión sexual.

Ante el juez, el hombre se negó a declarar por consejo de su abogado. El magistrado Fernando Moral decidió enviarlo a prisión preventiva por la gravedad de los hechos que el adolescente le imputaba —están castigado con hasta nueve años de cárcel—. Al mismo tiempo, su señoría ordenó a la Policía la práctica de una serie de diligencias de investigación. La principal fue el visionado de las cámaras de seguridad que existen en la Estación. Las grabaciones pusieron al descubierto algunas contradicciones en el testimonio que había ofrecido el menor. Las fuentes consultadas explican que el chico camina normalmente por el interior de las dependencias, sin que nadie lo conmine o lo arrastre. Además, se aprecia que entra de forma voluntaria en el interior de los baños y que, después del primer detenido, entran varios hombres más a los aseos.

Esas imágenes dieron un vuelco total a la investigación. El juez volvió a tomar declaración al denunciante, quien ya matizó su versión. Dijo que nadie lo forzó a entrar, si bien explicó que accedió porque se encontraba amenazado y en estado de “shock”, tal y como explican las fuentes consultadas. No obstante, el magistrado ya no le dio tanta credibilidad al testimonio del adolescente y decidió dejar en libertad al detenido.

Las fuentes consultadas explican que el caso camina hacia el archivo provisional de las diligencias. La hipótesis con la que se trabaja ahora es que no hubo agresión sexual, sino que el chico entró de forma voluntaria para mantener sexo consentido en el interior de los aseos de la estación. En caso de decretar el sobreseimiento del caso, el juez podría plantearse la posibilidad de comunicar lo sucedido a la Fiscalía de Menores, por si los hechos fueran constitutivos de un delito de denuncia falsa.

Las cámaras de seguridad ponen en duda la versión del denunciante

La denuncia presentada por el adolescente en la que relataba haber sufrido una terrible agresión sexual puso en alerta a la Comisaría. La Policía envió varias patrullas a la Estación de Autobuses de Jaén. Los agentes no tardaron mucho en localizar al presunto autor de los hechos. Contaban con la descripción aportada por la supuesta víctima. La detención se produjo el mismo día en que, presuntamente, ocurrieron los hechos. El hombre durmió en los calabozos de la Comisaría y, a la mañana siguiente, fue enviado a prisión preventiva por la gravedad del delito que se le imputaba. Sin embargo, la posterior investigación desarrollada por la Policía puso en entredicho el testimonio del menor. Los agentes revisaron las grabaciones de las diferentes cámaras de seguridad existentes en la estación. Las imágenes contradijeron lo denunciado por el adolescente. En ellas no se ve signo alguno de fuerza, de violencia o de intimidación, tal y como explican las fuentes consultadas. El joven llega a reconocer ante el juez que exageró su relato, pero mantuvo que fue obligado por su agresor con amenazas a entrar en el cuarto de baño. No obstante, su credibilidad ya estaba muy “tocada”. El magistrado ordenó la inmediata liberación del encarcelado y ahora se plantea archivar la causa.