Un pequeño pueblo unido alrededor de su Inmaculada

Las fiestas patronales congregan a los vecinos y a personas de otros puntos de la zona de las Nuevas Poblaciones

09 dic 2018 / 16:17 H.

Las celebraciones de la Fundación, instauradas en 1983, no paran de ganar auge. Sin embargo, eso no quiere decir que el pueblo de Carboneros olvide a su patrona, la Inmaculada Concepción. Por eso las fiestas patronales, a pesar de que coinciden con una de las épocas más frías del año, con un puente y con la recolección de la aceituna mantienen su tirón.

La convocatoria, con una vertiente lúdica y otra religiosa, constó de un programa sencillo, pero lleno de contenido, preparado con esmero por el Ayuntamiento. Las actividades comenzaron el jueves y terminaron anoche. El primer día se abrió con “Festilandia”, una propuesta que ofreció talleres e hinchables a los más pequeños, el Día de la Constitución. La barra corrió a cargo de la asociación juvenil carbonerense. A partir de las cinco de la tarde se presentó el libro “Recetas con historia de Carboneros”, un trabajo bibliográfico del colectivo Arroyo Cañada Carboneros, subvencionado por el Ayuntamiento. Se trataba de reivindicar los encantos de la cocina colona. Después se homenajeó a Manuel Meléndrez, un enfermero que, durante su estancia profesional, dejó una huella indeleble.

El viernes se proyectó una película infantil y luego, también en horario vespertino, hubo un campeonato de pimpón para menores y adultos. La jornada se cerró con una animada verbena.

Ayer, día grande, se ofició una misa a mediodía en honor de la patrona. Desde las cinco y media, la imagen recorrió las calles. Por último, hubo música en vivo, que duró hasta bien entrada la noche.

El alcalde de Carboneros, Domingo Bonillo, hace un balance muy satisfactorio de la convocatoria festiva. Ante todo, subraya que el tiempo soleado y con temperaturas agradables, casi cálidas de día, supuso un aliciente para la participación de su convecinos. Igualmente, valoró la presencia de gentes llegadas de otros puntos de las Nuevas Poblaciones y de otros puntos de la provincia de Jaén. En su mayor parte, se trataba de carbonerenses que tuvieron que emigrar. Bonillo resaltó el ambiente de convivencia que imperó a lo largo de las tres jornadas con actividades. Los vecinos exhibieron su carácter hospitalario y, a la vez, colmaron de cariño a una de sus imágenes más queridas.