Un preso con delitos de sangre ataca a otro con un “pincho”

El presunto autor es uno de los condenados por el crimen de la movida

24 may 2016 / 13:36 H.

Marcos F. S. no se olvidará nunca de su paso por el Centro Penitenciario de Jaén. Cada vez que se mire al espejo, verá la cicatriz que le quedará en la mejilla como consecuencia de la herida que sufrió el pasado sábado. Otro recluso, presuntamente, lo atacó con un objeto punzante de unos doce centímetros de longitud. Al parecer, un “pincho” carcelario que él mismo había fabricado con un punzón. El agresor es un viejo conocido de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Se trata de Samuel S. R. En noviembre del año 2000, cuando era menor, participó en el conocido como “crimen de la movida” junto con otros tres adolescentes. Los cuatro mataron de 33 puñaladas al joven iliturgitano Jaime Ordóñez en una zona de marcha de la capital. Samuel fue condenado a seis años de internamiento en un centro para menores.

Lejos de rehabilitarse, su vida ha estado marcada por el delito. De hecho, actualmente, Samuel S. R. está en prisión por otras causas. Apenas lleva una semana en el Centro Penitenciario de Jaén. Llegó a la cárcel jiennense el pasado día 16, en la misma conducción que el preso al que, presuntamente, clavó el “pincho” en la cara. “Al parecer, ya venían picados de ahí”, sostiene un funcionario que ya ha tratado con ellos.

Esos pequeños roces iniciales desembocaron en una reyerta entre ambos, en la que tuvieron que mediar los vigilantes del Módulo 5 para evitar una tragedia. Los hechos ocurrieron el pasado sábado, cuando el agresor y el agredido estaban en la sala de televisión del departamento. Las primeras investigaciones apuntan a que uno de ellos llamó al otro “chivato”. A partir de ahí, se produjo una pelea a puñetazo limpio. Presuntamente, Samuel S. R. sacó el objeto punzante y atacó a su rival. Iba “directo a la yugular”, según denuncia el sindicato Acaip. Le alcanzó en plena cara, en concreto en la mejilla. Los médicos del propio Centro Penitenciario lo atendieron para darle dos puntos de sutura, según las mismas fuentes.

Tras la agresión, la víctima salió corriendo para pedir ayuda. Rápidamente, llegaron los funcionarios de vigilancia, que vieron a Samuel S. R. arrojar el “pincho” carcelario al suelo. Recogieron el objeto y redujeron a los dos protagonistas de la pelea. De este modo, evitaron que el incidente fuera más grave.

El presunto autor de los hechos fue clasificado por el artículo 75.2 del Reglamento de Instituciones Penitenciarias, es decir, en régimen de aislamiento. Pasa 21 horas al día en su celda. Completamente solo. Sale al patio tres horas al día, siempre con vigilancia, no solo por lo que pueda hacer, sino por lo que puedan hacerle. En breve, volverá a ser recluso de primer grado.

Y es que Samuel S. R. es considerado un interno conflictivo. “Un pieza”, asegura otro funcionario. Además del crimen de la movida, se ha visto envuelto en varios episodios. En 2010, pasó nueve meses en prisión preventiva, acusado de entrar a tiros en una casa de Andújar, junto con su tío, Julio R. A. La Audiencia los absolvió a ambos del delito de homicidio en grado de tentativa por el que se sentaron en el banquillo. No obstante, sus problemas con la Justicia no terminaron y encadenó varias temporadas a la sombra.

Este tipo de ataques no son usuales en el Centro Penitenciario de Jaén. De hecho, está considerada como una de las cárceles más pacíficas de España, una percepción en la que, sin duda, tiene mucho que ver el trabajo de los funcionarios. No obstante, ayer, los responsables sindicales mantuvieron una reunión con el director de la cárcel, Juan Mesa, un encuentro que fue solicitado la semana pasada. Fue para analizar el reciente traslado al centro de varios internos de primer grado y con varios expedientes sin cancelar.