Una celebración encantadora

Numerosos vecinos veneran a la Virgen de la Cabeza en unas jornadas muy especiales

28 may 2018 / 09:43 H.

Begíjar se unió para participar en los actos religiosos y lúdicos programados con motivo de las fiestas en honor de la Virgen de la Cabeza. La convocatoria tuvo como prólogo un triduo, que duró entre el miércoles y el viernes —se abrió con una ofrenda de flores y se cerró con un besamanto—. Las propuestas brillaron a lo largo de todo el fin de semana. El sábado por la tarde hubo una procesión entre la ermita y la monumental iglesia de San Pedro Apóstol. A la llegada el templo comenzó una misa, a cargo del párroco Joaquín Robles. La noche se vivió de manera intensa en la caseta de la hermandad, donde se sirvieron deliciosas tapas. Un pinchadiscos animó una velada muy concurrida a partir de las doce.

Ayer se vivió el día grande. Una diana floreada llamó al vecindario a asistir a los cultos. A partir de las doce del mediodía el sacerdote Jérémie Djob Biem protagonizó la eucaristía, con su talante cercano y de buen comunicador. La ceremonia estuvo amenizada por el coro rociero de Ibros. Se impusieron medallas a los niños bautizados en los últimos doce meses. Al término de la eucaristía, la lluvia impidió el habitual pasacalles entre el templo y la casa de hermandad. En las instalaciones se sirvió un ágape, donde quedó el carácter hospitalario de los begijenses. Aunque el tiempo desapacible restó afluencia, músicos procedentes de Baeza pusieron la nota musical a la comida. Desde las ocho y media de la tarde se vivió uno de los momentos culminantes de la programación, el desfile de regreso de la Virgen a su ermita, una manifestación de en estado puro de religiosidad popular, en la que la gente baila para la imagen mariana. Destacaron la interpretación de piezas relacionadas con La Morenita, las canciones populares, el emotivo lanzamiento de pétalos y el intercambio de la banda entre las hermanas Isabel Martos e Inmaculada Martínez, quien, con anterioridad, suplió a Yolanda Rascón. Por la noche, la caseta y la verbena pusieron el broche dorado.

El grupo parroquial de culto de Nuestra Señora de la Cabeza valora la respuesta del pueblo ante el llamamiento a la participación. La presidenta del colectivo, Manolita López, subraya, como novedades, el palio de la imagen y la vara del guion. La responsable destaca los planes para remodelar la casa de hermandad, de manera que tenga capacidad suficiente para albergar a los asistentes a las comidas y otros actos de convivencia. De hecho, ayer, ante la presencia de la lluvia parte de los presentes almorzaron bajo una carpa.

El alcalde begijense Damián Martínez remarca que la celebración está muy consolidada y va a más cada año. Menciona la colaboración del equipo municipal de Gobierno con el grupo parroquial y la implicación del Ayuntamiento para costear algunos gastos. Con motivo de las populares celebraciones se cortaron, de manera temporal las calles en las que se centró la celebración, donde se instalaron algunas atracciones a la manera de una pequeña feria.