Una familia y el Ayuntamiento, a la greña por una fumigación

El dueño de un huerto de Iznatoraf habla de contaminación y la alcaldesa, de bulo

05 nov 2018 / 18:51 H.

Contaminación o patraña. Esas son las dos versiones que se dan a raíz de los supuestos efectos de la aplicación de plaguicidas en una parcela de Iznatoraf. Las versiones de los propietarios de la parcela y del Ayuntamiento del municipio de Las Villas son diametralmente contrarias e incompatibles.

El propietario de los terrenos, Martín Rojas, asegura que todo comenzó el pasado mes de mayo a raíz de un tratamiento con herbicidas en una superficie de pinar público de alrededor de veinticinco hectáreas. Según él, la aplicación se realizó un día de fuerte viento, de manera que las sustancias nocivas acabaron en un su huerto familiar de unos 1.500 metros cuadrados de superficie “colindante” —asegura— con el área de coníferas. “El líquido mató las hortalizas y quemó los frutales”, manifiesta Rojas, quien añade que lo primero que hizo fue dirigirse a la Administración local para pedirle una compensación. “Bajaron dos concejales y me garantizaron que el seguro del Ayuntamiento se haría cargo de lo ocurrido”, continúa. Sin embargo, ahora se siente indignado porque, transcurridos más de cinco meses no llegan las soluciones. De hecho, tiene previsto presentar una denuncia, esta misma semana, ante la Guardia Civil. Precisa que un perito de la compañía aseguradora visitó su explotación para elaborar un informe con los supuestos daños y que también se le requirió documentación. La versión del vecino recoge daños considerables, con la muerte de algunos frutales y otras plantas. Además, se muestra preocupado porque al tratarse de una parcela de autoconsumo, es posible que él y sus familiares sufran daños, ya que ingirieron patatas y otras hortalizas al considerar que, pasado el plazo de seguridad, no habría problema. Eso le da pie a pedir un análisis de sangre para él, su padre, su esposa y su hijo. Martín Rojas apunta que entre las sustancias empleadas estaban el glifosato y el oxifluorfén. Tilda de “tomadura de pelo” la falta de solución y que no avance el proceso de indemnización.

La alcaldesa torafeña, Antonia de la Paz, califica de “invención” lo que sostiene la familia Rojas. Considera inverosímil que la parcela se viera afectada, pues está por encima del pinar y no por debajo, máxime cuando la distancia es de “doscientos metros”. Por ello no da crédito a que la niebla del atomizador llegara a la finca. “Si hace viento no se trata porque cerca hay olivos”, puntualiza. Igualmente señala que el huerto no es antiguo, como dicen los Rojas, sino de reciente creación, pues no aparecía en fotografías de 2011.

La responsable agrega que, “ante la insistencia”, se dio parte al seguro, que también tilda de “imposible” la afección de los terrenos. Destaca la “impaciencia” de los propietarios del suelo y deja caer que las plantas pueden haber sido secadas por alguna de las personas con las que se hallan enemistados.

supuestas amenazas

La alcaldesa de Iznatoraf va más allá al afear la forma con la que la familia insiste en que se le compense por unos daños que ella considera infundados. Aparte de la reiteración de los Rojas, la edil llega a hablar de unas supuestas amenazas hacia ella por parte del padre, un anciano. Sin embargo, destaca que no quiere problemas y que la realidad de la fumigación, por si la oposición pregunta, es como ella la relata.